Héroe

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Se encontraban en el auto una joven pareja, una chica de cabellera rubia con unos intensos ojos azules como el mar estaba al lado de un chico de cabellera castaña y ojos verdes como el bosque, el cual manejaba a toda velocidad, se encontraban lejos de la ciudad, lejos de los que les impide ser felices, se estacionaron en un pequeño pueblo por gasolina, cuando encontraron el combustible, notaron que el atardecer había llegado, buscaron un lugar donde quedarse, y aunque fue difícil ellos rentaron un  cuarto para pasar la noche, él tenía la mirada en la chica, sonreía de felicidad porque estaba a su lado.

-Deja de mirarme Hiccup

-Lo siento no puedo evitarlo, te amo Astrid- el joven se acercó tomo de las manos a Astrid y le dio un tierno y casto beso.

-¿Quieres conocer la ciudad?- propuso la rubia con una sonrisa en el rostro.

-Si estoy contigo voy hasta el inframundo- Hiccup tomo de la cintura a Astrid para acercarla más hacia él. Subieron al auto y vieron la parte de atrás, donde se encontraba una gran cantidad de dinero, mientras que paseaban encontraron un lugar donde pasar un momento, estuvieron en unas ruinas abrazados, viendo el atardecer como él sol se ocultaba y lograba un ambiente relajante, sonrieron por haber luchado por su amor, subieron de nuevo al auto y comenzaron el retorno a su lugar temporal, la chica rubia miraba el horizonte preocupada, sabía que él los estaba buscando, pero al ver a Hiccup sabía que todo lo que había hecho valía la pena.

No muy lejos de donde estaba la joven pareja, en un auto negro con lunas polarizadas se encontraba un señor de ojos azules y cabello negro, vestido con un traje elegante, junto a él había varios hombres que lo acompañaban, todos estaban sin ninguna expresión en el rostro esperando llegar a su destino.

Los chicos llegaron a la habitación que rentaron, el cual era algo pequeño, pero contaba con lo indispensable, unos muebles, una televisión, y un baño, la pareja se acostó en la cama boca arriba, admirando el techo, pero en un momento Hiccup se posiciono encima de Astrid, para comenzar algo que no se detendría, comenzó a besarle el cuello de una manera lenta, logrando que la rubia disfrutara del contacto, Astrid comenzó a cerrar los ojos pero no tardo en abrirlos, algo estaba mal sentía que pasaría algo terrible.

-¿Qué pasa, Astrid?- el castaño se detuvo y busco la mirada de la chica rubia.

-Tengo miedo Hiccup, ¿Qué pasa si él nos encuentra?- reflejaba mucha preocupación los ojos de Astrid.

-No nos encontrará y si lo hace te protegeré con mi vida- Hiccup volvió a besar el cuello de Astrid y poco a poco se olvidó de lo que había pasado, ya que solo existían ellos dos en el mundo, solo importaba que estaban juntos, Hiccup puso sus manos en la cintura de la chica, levantando su blusa en el proceso, acaricio cada parte de su cuerpo cuando estuvo desnudo, ambos se dejaron llevar por el momento, se entregaron en cuerpo y alma como muchas otras veces lo hicieron, pero esta vez eran libres,  no tenían que ocultarse ante nadie.

El sol brillaba demostrando un hermoso día, ambos se encontraban durmiendo plácidamente, pero fue el castaño quien comenzó abrir los ojos, al sentir un peso encima de él volteo la mirada a un lado y sonrió complacido, tenía muchas ganas de despertarla, pero a la vez no, no quería romper su tranquilidad al dormir, pero no pasaron muchos minutos cuando Astrid comenzó abrir los ojos con lentitud, al abrirlos completamente hubo un choque de miradas, para luego formase una gran sonrisa en ambos chicos, sin embargo Hiccup no quito su mirada sobre su novia.

-¿Qué pasa? Tan mal estoy cuando despierto

-Claro que no Astrid, eres hermosa- termino diciendo con una sonrisa dulce y cariñosa, logrando que la chica se ruborizara ante la confesión- sabes estaba pensando en algo muy importante

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