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Un Final Un Inicio

Cuando vean <(°o°)> será una escena pasada, sé que pongo muchas caras lo siento por eso, pero es mi forma para cambiar escenarios y no se confundan, gracias.

No puedo soportarte verte así, conectado con todos esos cables que se encuentran por todo tu cuerpo, ese tupo que entra por tu boca para que puedas respirar, y todo por mi culpa si yo no hubiera...

-Señorita- volteo a ver quién me llama- ¿Se quedara a cuidarlo?

-Sí, me quedare con él- le confirme mientras te sujeto la mano, no puedo dejarte solo. Ella no dice nada más y sale de la habitación dejándonos solos, quizás es una ventaja que el director del hospital sea nuestro amigo y me permita quedarme a dormir a tu lado para no alejarme de tu lado.

-¿Porque lo hiciste?- te pregunto mientras aprieto tu mano- no sabes la falta que me haces, mi vida no es la misma ¿sabes?- espero que escuches todo lo que te cuento- Extraño tus risas, tu sarcasmo, tus palabras de aliento, jugar con tu cabello, hacerte enojar, hasta extraño tus pequeños ronquidos en las noches- trato de contener las lágrimas que quieren salir- son 3 meses que no escucho tu voz, y siento que cada día que pasa una parte de mi muere, te necesito... Necesito que estés a mi lado Hipo.

<(°o°)>

Caminaba por las calles que se encuentran alumbradas por los faroles que habían la noche ya estaba llegando, no paso mucho para que yo pueda llegar a nuestro café favorito, cuando estuve ahí tú estabas parado al lado del auto mirándome con una gran sonrisa, como no enamorarme de ella, me acerco a ti y lo primero que hago es abrazarte, tan solo pasaron unas horas que saliste de la casa y te extrañaba demasiado.

-My Lady, sé que me extrañaste al igual que yo, pero me estas ahogando- me separe de ti un poco para mirarte a los ojos, en ocasiones no mido mi fuerza aunque ahora sentía que debía aprovechar cada momento contigo- no sabes la falta que me hiciste- me sonrojo a lo que dices y me pego a tu pecho para esconderme, es bueno que seas un poco más grande que yo ya que así puedo escuchar a tu corazón latir.

-¿Entramos?- te pregunto mientras vuelvo alejarme de ti de nuevo, pero esta vez a unos pasos de distancia, veo que me niegas con la cabeza.

-Iremos a otro lugar- te miro extrañada ante tu propuesta- es una sorpresa- me abres la puerta del auto para poder entrar, quizás fue una de las cosas que me hicieron enamorar de ti, tu caballerosidad.

Entras al auto cuando yo ya me encuentro adentro, arrancas y comienza nuestro viaje, siento la necesidad de tocarte la mano y no soltarla, no contengo mi necesidad de apretar tu mano y llevo mi mano sobre la tuya, la cual se encuentra sobre la palanca de cambio, me miras extrañado ante mi acto, pero solo dura poco luego me muestras esa sonrisa que amo.

-¿Pasa algo?- niego como respuesta.

-Solo... no lo sé- digo con sinceridad, detienes el auto en un cruce y me miras.

-¿Qué pasa Astrid? Hoy te noto extraña- ni yo misma lo sé, solo agacho la cabeza y miro nuestras manos entrelazadas, no quiero soltarte por nada.

-Te amo- me miras extrañado ante lo que te dije, sabes que no soy de decir esa palabra, soy más de acciones. Levantas mi mentón para poder vernos a los ojos- tengo miedo- no dices nada y dejas que siga- no sé qué haría si te pierdo- te desabrochas el cinturón de seguridad, para abrazarme, con solo esa acción me siento aliviada y segura.

-Y no lo harás- me susurras en mi oído, un sonido estruendoso hizo que no escuchara lo que estabas diciendo, seguido de un fuerte movimiento, creo que escuche algunos gritos, luego de eso no recuerdo, ya que todo se volvió negro.