— Bueno días.
— Buenos días.
Observo el rostro adormilado de mi padre dirigirse a la cafetera y llenarse una taza de café. A simple vista lo noto cansado, como si en realidad las horas hubieran transcurrido deprisa, y las horas de sueño fueron insuficiente.
Su melena azabache se encuentra desordenada como siempre, mientras que uno de sus inusuales pantalones de dormir se arrastran a la vez que camina. La barba de varios días comienza a creer más en su barbilla, y al parecer alguien olvidó lavar el día anterior, puesto que noto varias manchas de pasta dental sobre su camiseta de tirantes.
Aunque se que jamás lo escucharé de si mismo, sabía que estaba perdiéndose poco a poco, su cuerpo estaba aquí, pero sin embargo, su mente estaba estancado en aquel día, día cuyo por más que intentaba por hacer desaparecer de mi memoria, en ocaciones se convertía en una pesadilla.
Me encontraba en mi habitación y por alguna extraña razón que desconocía estaba viendo MTV , cuando en realidad, casi nunca solía hacerlo.
Justo en ese momento me entretuve escuchando la evolución de Adele y "Rolling In The Deep" sonaba a través de los cornetas de mi televisor mientras que mi intento barato por ser bilingüe sonaba a mi alrededor al cantarla con emoción, cuando de repente escuché gritos y sollozos de la otra habitación.
Sentí mi cuerpo estremecerse y guardé silencio casi al instante, en el momento en que me levantaba lentamente del suelo y apagaba la música.
Escuché el ruido de cosas al ser estrelladas contra el suelo, las cuales me hicieron dar un repingo y soltar un grito por la impresión.
Sin saber que estaba ocurriendo me sentía asustada, desorientada, mi cuerpo temblaba y mi corazón hasta ese punto no había parado se golpear mi pecho con fuerza.
¿Qué estaba ocurriendo? Pensé, al mismo tiempo en que me debatía si salir de mi habitación o simplemente pedir ayuda.
Todo era caos a mi alrededor, gritos, sollozos, cosas estrellándose contra las paredes, maldiciones en el aire de manera incoherente, siendo sincera no podía entender nada, mi mente había quedado en blanco, y una presión se había intensificado en mi pecho al imaginar que algo malo le podría estar sucediendo justo ahora a mis padres, mientras que yo solo podía mirar con desesperación la puerta de mi habitación presa de miedo.
De un momento a otro, todo se detuvo.
No había llanto, no había ruido por ninguna parte, solo había tranquilidad, y los sonidos erráticos de mi fuerte respiración.
Una vez más pensé levantarme y hacer algo, pero de pronto la puerta de mi habitación fue abierta de golpe y mi padre entró en ella desorientado y cubierto de lágrimas. Su ropa estaba destrozada y algunas manchas de sangre se perdían de manera desordenada sobre toda su camisa de rayas amarillas, está vez no usaba su raros y feos anteojos, está vez una sonrisa no se asomaba sobre sus carnosos labios, está vez su mirada no transmitía tranquilidad, está vez su cabellera no estaba perfectamente peinada, estaba vez no veía luz en su rostro, está vez y por primera vez supe que algo malo había sucedido, y sea cual sea el hecho sabía que me iba destrozar por completo.
— ¿Qué ocurre?— pregunté, mientras que trataba de acercarme hacia él, y tocarlo con mis dedos, pero aún así aquella vez fue como en realidad aquel hombre no era mi padre, era como si una llama se hubiera apagado en su interior, puesto que, en cuanto di los primeros pasos miré como retrocedía y su espalda chocaba con una de las paredes.
ESTÁS LEYENDO
°Si tan solo fuera cierto°
Teen FictionElla no sabía nada sobre él, solo que cada día que ella decidía faltar a su sesión de grupo de apoyo, él estaría esperándola en la azotea. ¿Razón? No lo sabía. Sin duda alguna era un misterio, pero aún así ese misterio inquietaba su pequeña e inesta...