°Capítulo 5°

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— ¿Alguna vez has escuchado esta canción?

Escuché que me decía, a la vez que oprimía una de las teclas de su teléfono y enseguida una nueva canción empezó a colarse en mi cabeza.

Todo de tí// Raw Alejandro.

Arqueé una de mis cejas y lo miré como si estuviera bromeando.

— Por supuesto que se cuál es— arrastré mis bolso en el piso y con cuidado lo puse estratégicamente bajo mi cabeza. — aunque no lo creas, está canción equivale cultura general.

Jup me miró con la misma expresión que la mía, y al igual que yo, tomó su bolso negro del piso y me imitó.

Aún me costaba creer que había pasado una semana desde nuestro pequeño suceso en mitad de las escaleras, era extraño subir todos los días y pensar que lo vería una vez cruzará la puerta de cristal, y pese a todo, él no había insistido en contarle el motivo de mi episodio, simplemente ambos nos dedicabamos a tumbarnos sobre nuestras espaldas, y con el sond de la música veíamos como llegaba el atardecer.

Su mirada pocas veces se cruzaba con la mía, y cada vez que lo hacía rara vez una  sonrisa se colaba por sus labios. Los temas de conversación iban en aumento desde el día uno, eran pocos los que compartíamos pero al menos hacíamos del momento menos aburrido de lo que era.

Había descubierto que amaba con locura las canciones en inglés y aunque lo negará muchas veces, estaba segura que BTS era uno de sus grupos favoritos. Odiaba casi todas las películas de Marvel, y por más que intenté defenderlas con armadura y espada, él siempre intentaba de programar un discurso contundente que me hacía pensar más de la cuenta.

Era extraño escucharme hablar de películas o del último álbum de algún cantante canadiense, pero por algún motivo, siempre que lo hacía me hacía sentir viva, sana, y por así decirlo humana.

— ¿Te gustan los animes?— preguntó. Miré el cielo y al parecer la luna no tardaría tanto en aparecer.

— No.

— ¿No?, ¿Como no te van a gustar los animes?— me miró ofendido— no te ofendas, pero eres parte del 1% de la población humana más aburrida del planeta.

Reprimí una sonrisa al verlo mirarme como si me hubiera crecido una segunda cabeza. Siendo sincera nunca había sentido atracción hacia los dibujos animados, en realidad ni siquiera veía Disney Channel, puesto que la palabra "Anime" estaba tan alejado de mi realidad como era posible.

— Entonces soy afortunada.

— Definitivamente no puedo creer lo que mis oídos están escuchando. Mira e ilustrate, chica— giré mi cuello hacia su persona, y observé la cantidad de imágenes de dibujos que tenía en su galería.  Algunos eran de chicos con espadas o máscaras de  diferentes colores, mientras que al fondo podía visualizar lo que sería una chica con mínimo de 600 de silicona en sus senos. Además de ello, tenía cientos de carpetas de un anime en específico, no entendía nada en coreano, pero por lo que me contaba, según él era el mejor anime que había visto hasta ahora.

Giré mi cuerpo completamente y me posé de lado, a la vez que Jup seguía contándome del último episodio de su serie favorita. A decir verdad poco era lo que entendía de sus palabras, pero hice lo que pude por prestar atención. Sus labios se movían pausadamente y por su movimiento corporal supuse que debía ser tan bueno como había dicho. Sus ojos negros me miraban atentamente, pendientes de cualquier expresión de mi rostro, la curvatura de sus cejas se fruncían en cuanto relataba una pelea, y pese que la situación no era la ideal, no pude evitar entornar una media sonrisa. Era extraño verlo tan vivo y fugas, mientras que por dentro mi mente me repetía que él era igual a mi. Aún me costaba creerlo, puesto que siempre que lo veía mostraba una gran resistencia que yo admiraba.

°Si tan solo fuera cierto°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora