Tomé una inhalación de aire, y los ojos de oscuros de Júp me miraron con intensidad. Quería decir algo, pero justo cuando me lo preguntaba quedaba remotamente en blanco, es decir, ¿Qué podría decir?, ¿Qué querría él que dijera?. Aunque sonará estúpido, siendo honesta, me había quedado sin palabras.
- ¿Cuéntame algo de tí?- preguntó él, rompiendo el incómodo silencio, cosa que agradecí, puesto que mis pulmones estaban por colapsar.
- ¿Qué quieres saber?
- No lo sé, supongo que algo que nunca les has dicho a nadie.
Me quedé pensando por un par minutos, hasta que llegué a la conclusión, de que no tenía mucho que contar. Mi vida en sí, no era la más interesante, casi podía contar con la yemas de mis dedos las cosas extraordinarias que me habían sucedido como para mantenerlas en secreto. Mi personalidad se resumía a un libro abierto, puesto que casi siempre solía decir lo primero que se me cruzase por la mente, y pocas eran las ocaciones en las cuales me detenía hacer algo que no me hubiera dejado llevar por el momento.
Antes era espontánea, más espontánea de lo que soy ahora, era un huracán de emociones, y justo ahora que me detengo a pensarlo, supongo que apenas he recobrado el 50% de lo que era.
- Pues..., a veces tengo una manía cada que veo una película- sus ojos brillan llenos de curiosidad- ya que en realidad no solo veo la película- sonrío, pese que decirlo me hace sentirme una tonta- sino que detallo casi todo lo que representa esa película.
- ¿A qué te refieres con eso?
- Cuando veo una película siempre me grabo sus frases, y si me gustan demasiado las anoto en una libreta, algunas veces me sucede con las canciones de fondo, y siempre que llego a los créditos las busco por internet y las descargo- miro hacia el frente avergonzada, porque sé que él está mirándome y la sonrisa en su rostro solo me hace pensar en lo rara que soy, ¿Es en serio, Line? me digo mentalmente.
- No puede ser- oigo una carcajada- dime alguna de esas frases, o cualquiera que se te venga a la mente.
Ni siquiera tengo que pensar demasiado cuando respondo:
- Nunca había conocido a nadie que de verdad pensará que yo valía la pena , hasta que te conocí a ti. Y tú lograste que yo también me lo creyera - recito, recordando la escena, las emociones, cada línea como si la hubiera visto ayer. Esa era una de mis películas favoritas.
- ¿Y cómo se llama?
- Amor y otras Drogas.
Está vez vuelvo a mirarlo y por su cara estaba segura que se estaba preguntando, ¿Por qué Drogas?, y no sé por qué, pero su frente arrugada me hizo sonreír, si tan solo supiera...
- ¿Y que me dices de ti, sabelotodo? cuéntame tu gran secreto- imito una voz de presentador de comedias, a lo que él, reacciona con una ceja arqueada divertido.
- ¿Recuerdas cuando días atrás mencioné lo de archivos mentales?- asiento, aunque no entiendo mucho a donde quiere llegar con eso- pues..., aunque no lo creas yo también tengo una manía. Toda mi vida he archivado cada recuerdo, cada momento que he vivido, desde el más triste hasta el más alegre, tengo la necesidad de archivarlos según mis emociones.
- ¿Y también los separas por colores y orden alfabético?- menciono para molestarlo.
Por su parte Júp me mira ofendido.
- Voy hacer de cuentas como si nunca dijiste eso.
Estallo en una carcajada y bajo la la mirada por pocos segundos a sus labios, notando, como las comisuras de estos se elevan lentamente mostrando una sonrisa completa.
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°Si tan solo fuera cierto°
Teen FictionElla no sabía nada sobre él, solo que cada día que ella decidía faltar a su sesión de grupo de apoyo, él estaría esperándola en la azotea. ¿Razón? No lo sabía. Sin duda alguna era un misterio, pero aún así ese misterio inquietaba su pequeña e inesta...