- ¿Al menos sabes que riesgos tenemos si hago eso? -- Hanabira no se creía la tal propuesta que le había dado de la mejor manera que pude encontrar. No podía pedirselo con exigencias.
- ¡Lo sé! ¡Lo sé! -- Casi me arrepentía -- Si te lo pones a pensar de esta forma, arriesgarte por saber quien es, nos dara pistas.
- ¿Pistas de qué? -- Hanabira quería mas detalles.
- Podemos saber por qué ese barco fué el unico que llego sin personas. ¿Por qué estoy tan segura? -- Justifico a Hanabira para qué después no haya secuelas de preguntas y respuestas cuando este tiempo lo quiero requerir para ayudarnos a los dos. Por lo que veia, aqui era la instructora de mi propia escena. Puede Hanabira meterse en escena en ocasiones -- Se necesita del décimo octavo barco para que ellos estuvieran completos, es decir diesciocho. ¿Quién tendría un barco en medio de la nada?. Es decir, ¿Por qué no sospecharon al momento de llagar aquí a España? Pude ver desde arriba que solo había alguien que se escondió en el barco, estaba apresurado... Solo vi a uno.
- ¿Estás segura de lo que estas diciendo? El unico barco que ha estado en el puerto por más tiempo, es el décimo octavo barco, es decir, el que llego al último que todos -- Improvisa lo que vivio en ese momento en aquella tarde en el pueblo. Él tambien queria saber quién es esa persona del barco. Tal vez fue un barco de carga y mercancia, ya que cerca de los puertos hay mercancia por medio de barcos. Llegada de personas desconocidas podrían arrivar por una parte de portugal y seguir con sus vidas, o ¿Qué tal si era un mensajero al que lo esperaban para una tortura de un ladrón? Yo estaría dispuesta a ir, sin embargo, ¿Cómo empezaria con ello? -- Mira, puedo hacerlo, pero para que lo haga, tendría que ser a media noche...
- Tampoco hay que ser ingenuos... Puede haber guardias, personas cuidando el puerto, o un policia -- Al darle ejemplos resumidos, Hanabira decayo sus cejas en su rostro. Parecía no estar convencido, pero ¿De qué?
- Entonces. Chica genio, ¿Tú como genio que sugieres...?
- Tampoco me veas así. No te desesperes
Una expresion que resaltaba de oreja a oreja, su reloj de arena se agotaba. Los dedos de sus manos los engarrotaba para no perder los estribos. La atención que nos poníamos uno al otro era una alabanza sin quedar a la par. ¿De verdad tenía las mismas ganas de saber que yo?
- Se supone que esta es la parte en donde tienes que decirme "Hanabira, has lo que creas conveniente, no te detendré" pero parece que te gusta hacer todo sola -- Su seriedad se notaba en sus ojos. No habia ninguna arruga en su frente, estaba muy despejado.
- Esta sera la primera vez que te pediré ayuda -- La curva sonrisa de Hanabira cada vez se notaba visible ante mi prescencia. ¿Acaso se está burlando? -- Quería hacerlo yo, pero la torpeza nunca se va de mi lado en los momentos cruciales. Solo que mi papel seria distraer a una cierta persona que no me quita los ojos de encima.
- Esto parece no ser una decisión fácil para ti -- Rie, pero su sonrisa tiembla
- ¿Te estas burlando de que no pueda solucionar mis problemas? ¡Es la misma situacion en la que estás! --
- ¿Misma situacion...? ¿No estas exagerando un poco? -- Su dedo indice y pulgar marcaban la diferencia entre su arrogancia y mi torpeza. Decir que no puedo solucionar problemas en donde deba arriesgarme ante sus ojos, no me molesta. Solo que si podría realizar una estrategia para ayudar mucho a Hanabira. Y cuando digo mucho, es mucho.
- Tu incredulidad marca la diferencia entre nosotros dos -- Pienso -- Aunque posiblemente si este exagerando un poco -- Sonrio
- ¿Y esa risa?
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EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL VIAJE A COIMBRA VOLUMEN II
Roman pour AdolescentsLa época de la juventud de Sayuri la ha llevado por un camino borroso, que por un poco que trate de verlo se corta el camino. Ella intentará de encontrar las gemas que le faltan para completar la magia que está dentro de ella, de Shin y de su famili...