Quédate a mi Lado

Cap.48

“Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza”

 

 

(Josh)

-Es bueno saber que ese muchacho, Conner, y tú hermana se encuentran bien. Han corrido con suerte como puedo verlo. – Comentó el licenciado mientras recorríamos parte de la empresa.

-Gracias a Dios, no paso a más. Aunque  la verdad, es muy frustrante todo esto que ha estado pasando.

-Te entiendo hijo. Pero bueno, esperemos que no pasen a más. Nunca se sabe, a veces, después de una traumática experiencia, vienen cosas peores.

-¿Por qué lo dice? – Dije extrañado ante su comentario.

-He visto y experimentado situaciones muy desagradables a lo largo de mi vida muchacho. Cosas, que aún están aquí. – Apunto con su dedo el lado de su cabeza. – Y que no puedo olvidar aún.

-Entiendo. Supongo que habla en parte de su hija.

-Así es, pero eso es tema que en otra ocasión te contaré. – El se quedó en silencio un momento y después volvió a hablar. – Tengo una duda hijo. Espero que no sea incómodo lo que te preguntaré.

-Dígame. Lo que sea que le preocupe, puede decirme, le aclararé todo sobre la empresa.

-No es de la empresa de la que tengo dudas.

-Ah no, y ¿Sobre que es? – Enarque una ceja con algo de confusión.

-Tu prometida.

No pude evitar sentir incomodidad ante ello. No era normal que el quisiera hablar de ella repentinamente.

-¿Que quiere saber? – Pregunté con cierta molestia.

-Información como si, ¿Ella tiene padres, hermanos, familia en general?

-Si los tiene. – Dije en seco.

-Hijo, necesito que me ayudes, lo hago por mi hija. – Suplicó. – Perdona si te he incomodado al preguntar esto repentinamente, pero tal vez es a ella a quien busco. Tal vez sea mi hija. – Pude ver en su ojos una profunda sinceridad y en su rostro desesperación. – La he observado en algunas ocasiones y no he podido evitar sentir cierta inquietud.

Dude en decirle lo que sabia, pero al aclararme el motivo de su interés no hubo como negárselo. Además, de ser así, Mia, podría al menos recuperar a su padre biológico después de tantos años de ausencia, aclaró, si ese fuera el caso. Sin embargo, aún seguía teniendo inquietud con respecto a el. Una inquietud la cual no me dejaba en paz al tenerlo frente a mi. Tanto sus facciones, expresiones y algunos otros rasgos eran familiares, pero no recordaba donde las había visto. En Mia, no era notable, pero si los ojos y el cabello, también una que otras cosas como la forma en la que de repente sonríe. No pude negarme, también tenía curiosidad.

-Ella es adoptada desde los 15 años. Vivió en un orfanato hasta esa edad, después escapó de ahí. No sabe de sus padres biológicos y lo único que sé es que ella es feliz.

-¿Cómo se llama el orfanato?

-Mmmm. No, no se. Jamás le he preguntado.

-¿Sabes si alguien la ha intentado buscar?, ¿Has notado algo extraño?

-Eh, bueno, si.

Le conté sobre Alam Sanders, y lo que ha está pasado en todo este tiempo, el posible motivo del quererse llevar a Mía, y el ataque contra Damián, y mi hermana.