Quédate a mi Lado

Cap. 59

“La oruga no necesita de un milagro para poder volar, necesita un proceso.“

 

(Kary)

Pasaron alrededor de tres meses después de aquel suceso y de aquellos análisis que Mía, se hizo. Nos tomo a todo por sorpresa aquella confesión que Marroquín, nos declaró. Y no cabía duda de que la más sorprendida era Mía, y, Gretel.

Poco a poco mi amiga lo fue asimilando y gracias a Dios ella ha salido adelante junto con mi hermano.

Todo marchaba bien gracias a Dios. Josh, se ha encargado de algunos pendientes en la empresa junto con Damián, y Aidan. Mi hermano seguía con su plan de retiro total de la empresa y dedicarse a su restaurante. Yo, he estado fuera por unas semanas debido a mi trabajo y mi madre se regreso a Fresno, por su situación de salud, nada grave gracias a Dios. Mía, me ha contado que ha estando saliendo con su padre a menudo para comer y convivir, recuperar el tiempo perdido. Lo he conocido más a través de ella y me da mucha alegría ver cómo es con mi amiga. Es muy amoroso y acomedido.

Cuando van al centro comercial siempre quiere comprarle todo lo que el ve. Su primer obsequio fue un juego de té de porcelana. Muy hermosa comenta ella. Me dice que le fascinó porque parecía de colección, incluso me mandó una foto de ello. También me dice que los regalos que quiere darle son más infantiles pero bonitos. Y entiendo eso porque veinticuatro años sin su hija fue una tortura para el, una tortura dónde el tiempo paso sin detenerse, tiempo de los cuales nunca disfruto la infancia de su pequeña. Me encantaba verla feliz y me ponía triste porque jamás disfrute de algo así por parte de mi padre. Así que mi consejo fue:

“Tómalos y guardarlos como lo más preciado que tienes en tu vida. Esos obsequios son por cada una de las etapas que no paso junto a ti y porque pronto te casarás. El cree que te tiene pero te volverá a perder cuando te cases. Es un temor. Solo hazle ver qué no será así y que aunque te cases, siempre estarás ahí. En su corazón. Disfruta cada momento que tienes a lado de tu padre y hazle ver el amor de Cristo en todo momento “

Ella me agradeció y me dijo lo buena que era con ella y que cuando volviéramos a vernos me regalaría algo. La verdad no sé que será pero, estoy segura que será de todo corazón.

Los preparativos de la boda se habían comenzado a realizar pues en tres meses más se iban a casar. Era muy poco tiempo pero Josh, ya no quería posponerlo.

La madre de Mia, se encargaría de las flores. Mi madre del banquete. Yo, cómo es obvio, del vestido de novia y el traje de mi hermano. Damián, de las invitaciones y adornos. Santiago, del arreglo de la iglesia y del auto. El padre de Mia, el salón y el pastel. Lo demás, los hermanos nos apoyarían en lo que faltará, como el aseo, los adornos, centro de dulces, centros de mesa, y lo más importante la predicación. Todo estaba saliendo conforme a la voluntad de Dios y eso me ponía tan feliz. Sería una hermosa boda.

(Josh)

-Tres meses. – Dijo Damián sentado en una de los sillones de mi despacho con un pie sobre su regazo y un bolígrafo en su mano derecha. –¿No crees que es muy poco tiempo? Me refiero a los preparativos.

-Lo es Conner, y será muy cansado, pero ya quiero adelantarlo. Después de lo que pasó, lo pensé mucho y decidí que era lo mejor. Además, Mía, está de acuerdo con ello.

-Entiendo.

-¿Y tú? – Pregunté curioso mientras miraba por la ventana del edificio. Después me gire a verlo con las manos en los bolsillos.

-¿Yo que?

-Cuando se lo dirás a, Kary.

-No lo sé. Estoy muy presionado.