Cap. 23

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“Y es cuando, te das cuenta de que el dolor físico de una herida no es nada comparado con las heridas internas que se producen en el corazón”.


(Mia)


-Necesito irme – Le dije con la voz entrecortada mientras tomaba mi bolso. Ya no soportaba mas estar junto a él. Tenia mi mente echa un nido y necesitaba pensar, reflexionar y entender lo que estaba pasando. Lo que me acababa de enterar era demasiado para mí – Se preocupara mi madre.

- ¡No, por favor, Mia! Tienes que entender, lo hice por ti. Por nosotros.

- Hablamos después.

- ¿Y si te quedas conmigo? – Menciono cariñoso mientras me tomaba del brazo y se acercaba demasiado a mi – Te la pasas demasiado tiempo con ese. Tanto que a veces pienso que te gusta estar con el – No dije nada ante su comentario, sabía lo que quería hacer.

-Por favor, Suéltame.

- Mialy, – Me decía mientras me acercaba más a él colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oído – Eres demasiado hermosa ¿Lo sabias? Linda y sosegada como para que un tipo como él te tenga – No sé qué planeaba el, solo sentí su aroma demasiado cerca de mí.

Quería besarme y para ser sincera mi mente solo viajo a él. A Josh. Me hice aun lado rechazándolo y tomé mi bolso. Cuando estuve a punto de irme solo sentí un dolor en mi brazo izquierdo. Me estaba sujetando demasiado fuerte. Estaba demasiado enojado como pude ver, tenía un rostro demasiado rojo y sus ojos eran demasiados penetrantes e intimidantes. Daba miedo. Tuve miedo, jamás lo había sentido, no de esa manera.

Comenzó a alzarme la voz.

-Ethan…

- ¡Es por él, ¿cierto?! ¡Es por ese imbécil de Albassiner! - ¿Albassiner? – ¡Porque no creo que solo se trate de tu madre! ¡Dime, ¿acaso te gusta?! ¡¿Te enamoraste de él al grado de ya no importarte lo demás?!

-Ethan, ¿De qué me hablas? ¡Me lastimas! – Le dije quejándome con algo de temblor – ¡S-suéltame!

- ¡¿Soltarte?! ¡¿Para qué?! ¡¿Para que vayas corriendo a sus brazos y a él si le permitas acercarse y besarte?! ¡No lo creo!

-Ethan que…

Mi madre me decía que lo que más dolía no era las heridas físicas que te causaba una persona, sino las internas, las heridas del corazón, y que esas heridas no se curaban de un día para otro. Gretel siempre me advirtió sobre ese tipo de hombres y que jamás me fijara en alguien así. Ella siempre me hablaba y me platicaba de este tipo de personas. Sin embargo, no quería creerle porque jamás pensé que podría pasarme.
No sé qué paso en todo este tiempo que deje de ver a Ethan, no sé cuándo cambio tanto, solo sé que en ese momento sentí miedo, frustración, dolor. Pero sobre todo tristeza. Ethan estaba celoso podía notarlo, pero no tenia motivo alguno de comportarse de esa manera, ni gritarme de esa forma. Hice mi esfuerzo por soltarme sin tener éxito. Seguía sujetándome con fuerza hasta que de pronto deje de sentirla. Miré detenidamente a sus ojos azules y solo vi en él, dolor. Me solté y me dirigí a la puerta cuanto antes. Él no me siguió.

Corrí como pude hacia la salida, solo quería salir de ahí. Me sentía mal, muy mal.
No veía bien al ir bajando cada escalón y termine por tropezar y caer. Es cuando ya no pude más y comencé a llorar. Cuando me levante del piso, podía sentir un dolor en mi cabeza y parte de mi cuerpo. Me sentí terrible.

Quédate a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora