Cap. 60

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"Nunca fuimos tan valiosos para alguien como lo somos para Dios"






-¿Estas seguro de hacerlo? - Pregunto Damián, un tanto disgustado y más que disgustado, un tanto molesto.

-Bueno, en realidad estoy pensando aún. Solo se que fue alguien importante en la vida se Mía, y no se... tal vez cambié.

-¿Tal vez, eh? - Dijo pensativo. - Eso no es nada alentador ¿Acaso se te olvidó que eso mismo paso hace poco, cuando llegó a pedir empleo? Pues a mí no. Doblaste las manos y lo dejaste pasar.

-¿Me estás culpando de todo? - Contesté un poco molesto.

-No, de ninguna manera. A lo que me refiero es que apelo a tu lado bueno y mira lo que hizo. Esta vez no debe ser la excepción. Ese tipo de personas son unos cobardes manipuladores. - No dije nada. - Es difícil que alguien como el cambien, Josh. - Añadió soltando un aire largo.

-Koleman, cambio.

-Su caso es distinto al de Sanders, Josh. No quieras justificarlo. - Espetó más molesto.

Alem Koleman, fue una persona con un pasado similar al de, Sanders. Tendría tal vez la edad de mi hermano Aidan, y ó la de, Bruno. Era un matón muy joven quien servía a las órdenes de un mafioso del más alto rango y fue contratado por Tanner Albasinner, mi padre. El mismo quien mando a destruir a la familia de Aidan cuando el solo era un bebé. Koleman, cambio de una manera tan radical, obra de Dios. Ahora le sirve como misionero y viaja mucho. De vez en cuando visita a, Aidan. Aunque he tenido unos roses con él, por parte mía claro. Aún tengo prejuicios por su pasado. Una cosa es verdad, y admito, que Dios me ha sorprendido a través de, él.

-No es justificar sus hechos, es darle otra oportunidad de vida. Una mejor a la que tuvo. - Añadí. - Se que nunca ha sido de tu agrado, por eso es que quise consultarlo contigo antes de ir con, Aidan. Además de ser socios, eres mi amigo y si Dios lo permite, parte de mi familia. Tu opinión es muy importante.

-Y te agradezco por habérmelo contado. Sin embargo, no estoy de acuerdo, nos ha hecho tanto daño. Casi pierdo la vida, casi pierdo a Karina, y casi pierdes a, Mía. - Su tono era lleno de amargura. Y entendía esto también, lo entendía a, él.

-El está sólo y Mía, es su única familia. También quiero demostrarle lo que Dios hace en cada uno de nosotros.

-No quería decirte esto pero ... ¿Sabes que él lleva en sus manos sangre de otras personas verdad?

-¡¿Que?! - Dije incrédulo..

-El día que sufrí el ataque, unos días antes descubrí algo por mi cuenta. Se lo conté a Bruno, y supongo que ya lo sabe tanto Aidan y Marroquín.

-Habla, ¿Que descubriste?

-El elimino a dos personas por orden de su padre. Dicen que lo obligaron. Sabrá Dios si esto es verdad, o no.

-Algo mencionó pero no quise darle importancia. Aún así, quiero ayudarlo. - Eso dejo perplejo a, Damián. Palideció completamente. Creyó que eso me haría cambiar de opinión pero la realidad es que ni eso era suficiente. Se que Dios haría algo, tenía esa seguridad y confianza. Tenía fe.

-¡Joshua, el es un asesino!

-Lo se.

Lo mire detenidamente. Y no me haría cambiar de parecer.

-Esta bien. Haz lo que creas conveniente, pero no esperes que yo acepte estar bien con el. Para mí es un delincuente que merece pagar sus delitos.


*


-Eso te dijo, ¡eh! - Comento mi hermano Aidan, pensativo. - Ya veo ¿Que piensas ahora?

-No se que hacer. Quiero ayudarlo pero también está eso que no me deja pensar bien. Lo que hizo... no merece nada y...

-¿Y tú si?

-¿Perdón?

-¿Cuántas veces has ofendido a Dios? ¿Cuántas veces has ido en contra de su voluntad? ¿Crees que eres mejor que él solo por el hecho de conocer a Cristo?

-Yo... no. - Lo miré perplejo.

-Nadie, Josh. Nosotros éramos los perdidos, ahora que Cristo nos ha llamado, les toca a ellos. El vino a buscar lo que se había perdido. Y nosotros somos quien debemos presentar el evangelio a TODA criatura. Desde alguien mentiroso hasta a un asesino. Y nosotros somos peor que eso. Matamos con mentiras, con el juzgar a otros, con el criticar cada día a las personas. No merecemos misericordia, no merecemos la salvación. Pero Dios y su gran amor por nosotros, mando a su hijo para darnos eso y más. Damián no lo comprende porque aún está en el proceso, pero tú, si. Sólo te falta seguridad y confianza. Ethan, necesita de Cristo. Pero tampoco sus hechos son justificados, merece un castigo en este mundo, una sentencia. Dice la biblia que debemos sujetarnos a nuestros gobernadores y cumplir.

"Es lo que queda cierto. Que ironía, yo no quería nada de él y ahora siento que lo necesito más que nunca. Me siento sólo, Albasinner. Lo admito".

-Si tienes razón, a veces siento que me falta más. - Le dije avergonzado. - Y te confieso que me cuesta pero lo intentó.

-Lo sé, estás empezando de nuevo y Dios lo sabe. Solo ten fe y el hará lo demás. Pero hazlo porque quieres ayudarlo, por amor a Dios y amor al pecador, no por quedar bien con, Mia.

-Amar más a Dios que a mi cónyuge. - Sonreí. - Lo se, ya no cometeré más errores hermano y si fuere el caso se que ella me lo dirá también.

-Y con respecto a su caso déjame hablar con Bruno, no estará de acuerdo pero lo convenceré.

-Muchas gracias, Aidan.

Le di un abrazo ligero y después me quedé pensando en lo que haría ahora.

Quédate a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora