Cap. 15 (I) - corregido.

476 48 3
                                    

"Inevitable es no dejar de mirarlo, sus ojos son como dos imanes que atraen y te hipnotizan"





Pasaron varias semanas desde que veía a Damián, muy cortante con, Joshua. Pero conmigo él era distinto. Se portaba muy amable pero indiferente con él.

Era de mañana y estaba en la empresa acomodando algunos papeles en su lugar. Me dispuse a ver lo que tenía en la agenda y había una cita con un empresario importante en Nueva York.

Me levante de mi lugar y me acomode la falda recta que tenía y el saco que llevaba puesto para luego adentrarme a la oficina de, Joshua. Con la pequeña agenda en mis brazos toque la puerta de su oficina.

-Pasa. - Se escuchó en el interior.

Entre cuidadosamente y lo vi. Estaba hablando por teléfono supongo que con alguien muy importante. No tardó en reaccionar y decirme con la mirada que tomara asiento. Lo hice. Mire como dejaba el móvil sobre su escritorio y luego se llevaba las manos a la cara. Parecía demasiado estresado.

-¿Se encuentra bien? - Le dije con algo de preocupación, cosa que hizo que el me mirara un poco confundido.

-Lo estoy. No se preocupe - Me dijo un poco indiferente. - ¿Dime, que es lo que quieres decirme?

-Bien, revisaba la agenda y ... bueno tiene una cita importante con el empresario, Marroquín.

¿Marroquín? - Me dijo confundido.

-Si. Supongo que el joven Damián, fue quien lo escribió, esta anotada en la agenda.

-Bien. ¿Y cuándo es?

-Dentro de cuatro días.

- ¿Cuatro días? - Asentí en positivo. - Es poco tiempo. Tengo algo más importante que hacer y precisamente en esos días. - Dijo pensativo - ¿Y dónde es?

-Es en Nueva York.

- ¡¿NUEVA YORK?! - Me tuve que tapar los oídos ante su voz lleno de sorpresa. Con esos repentinos gritos me quedaría sorda muy pronto - ¡NO PUEDO SER, NO AHORA!

-Lo siento, yo...

No pude decir más, la puerta de la oficina de Josh, se abrió y para nuestra sorpresa era Damián, quien había llegado, y la verdad no sé si era en el momento preciso

- ¿Qué está pasando? - Mencionó confundido.

- ¡¿ME PUEDES EXPLICAR POR QUÉ NO ME MENCIÓNATE NADA ACERCA DE LA REUNIÓN CON, MARROQUÍN?!

- ¿Marroquín? - Menciono con más confusión.

Solo vi como el volteo a mirarme, y con algo de educación me pidió la agenda sin mencionar palabra alguna. Cosa que hice sin resistir. Vi como ojeaba las hojas y las observaba detenidamente. Hasta que hablo.

-Es correcto, hay una cita para estos dias. Pero... yo no fui quien la hizo, Grijalba. Esta cita, no la recuerdo.

- ¡¿Qué?! - Los dos me voltearon a ver, empecé a ponerme demasiado nerviosa.

Quédate a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora