"Se que sientes mariposas en tu estómago, yo también puedo sentir sus alas"
Karina estaba demasiado emocionada por el hecho de que me quedaría un tiempo en su casa, en cambio yo estaba un poco incomoda con todo lo pasado.
El cuarto que me había asignado Kary, se encontraba en el segundo piso, era un lugar grande para mi sola. En la pared, donde se encontraba la cama tenía una linda frase, bueno versículo como ella le decía:"En el amor, no hay temor..."
1 Juan 4:8Sonreí.
El de Gretel era del mismo tamaño que el mío, la diferencia, era que la mía tenía una ventana que miraba hacia la calle. Y el de Gretel, estaba en la parte de abajo la cual miraba hacia un jardín demasiado grande y hermoso. Había flores de toda clase, algo que me hizo sentir bien y supongo que a mi madre igual.
"No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas"
2 Corintios 4:18Era ya tarde, casi cayendo la noche. Estaba en mi cuarto recostada pensando en todo lo que paso. Decidí levantarme y distraerme un rato ya que quedarme sin hacer nada no era una opción favorable.
Tomé un poco de aire y solté un soplido. Estaba un poco desanimada.
Me encontraba acomodando algunas pertenencias en los cajones del armario. Unas que me faltaban por acomodar. La verdad no era mucho, pero lo había hecho porque quería que, al dormir y despertar, talvez todo pudiera haber sido un mal sueño, pero... no era así. Tuve que ver la realidad.
Saque de mi pequeño bolso, la cajita con la cadena, que gracias a Dios me alegraba que no le haya posado nada. Y la deje sobre la cama.Después fije mi vista hacia la ventana. Camine y observe que este no era una ventana grande si no una puerta de cristal. No había contemplado el lugar debido a lo mal que me sentía. Y lo vi. ¡Tenía un balcón en mi habitación! ¡Un balcón! De cierta manera me gusto, podía ver el cielo desde aquí y el aire podía sentirla. todo era grande y muy bonito. Podía ver la entrada desde aquí. Sonreí.
-Veo que le agrado la habitación señorita -Menciono Josh en la estrada de la habitación con las manos metidas en los bolsillos y con una leve sonrisa formada en sus labios.
-Si, me encanto muchas gracias - Me había sorprendido verlo ahí, pero debía acostumbrarme, esta era su casa así que él estaba en su derecho de entrar. Y vaya que lo hizo, se dirigió donde me encontraba.
-Mi hermana me conto que le gusta ver las noches antes de dormir - Yo no había abierto la puerta, así que él lo hizo. La puerta se deslizó suavemente sin hacer ruido alguno y ahí estaba. La hermosa vista.
- ¡Es muy bonito! - Me lleve las manos a la cara por la sorpresa. Él sonrió.
-Me alegra verla sonreír. Cualquier cosa que usted necesite, puede pedírselo a Stevens o a Mairena, la de la limpieza. Y si no, directamente a Karina o a su servidor presente - Menciono Josh muy amable y sereno. Trate de no sonrojarme, aunque creo que no tuve éxito. Solo asentí en positivo dándole las gracias - Es difícil creer que de un momento a otro su vida cambie ¿O me equivoco?- No, no lo hace yo... ¿Le ha pasado? - Le pregunte con curiosidad.
-Si.
- ¿Y qué hizo? Porque dudo que usted se haya quedado con los brazos cruzados - Solo vi como el semblante de Josh cambio a uno mas nostálgico. En sus ojos podía ver como estaban opacos y esa sonrisa leve se había esfumado. Me sentí culpable por haberle preguntado - Disculpé, yo...
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Quédate a mi Lado
RomansaDicen que cuando te enamoras sientes que todo tiene sentido. Que la vida es de color rosa, azul o morada (Cualquier color es válido). Pero cuando pasa lo contrario por ciertas diferencias, el color se vuelve frío y gris. Te envuelves en la cobija d...