Cap. 5

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"Con el tiempo lograras entender, el porqué de tanto misterio."



Era una mañana fresca. Me levante, cepille mis dientes y tome una pequeña ducha. Me puse un vestido corto y un pequeño sueter. Al término, baje a la cocina para merendar algo con mi madre, pero no me imaginaba que tendría visitas tan temprano.

Ahí estaba ella, Kary, con Gretel.

-Hija, buen día -Menciono mientras le daba una taza de té a Kary.

-Buenos... días -Le dije algo sorprendida -Hola Kary.

-¡Mia, hola Dios te bendiga! -Me dijo y se levantó para abrazarme. Yo hice lo mismo.

- ¿Qué te trae por aquí? -Le dije curiosa.

-Alguien me dijo que aún no sanaba tu brazo. ¿Por qué no me lo dijiste? -Dijo con indignación.

-Bueno... yo... -Reí nerviosa -No es para tanto. Solo fue un falso movimiento - ¿Acaso su hermano le habrá dicho? Bueno era lógico, pensé.

-Hija, la señorita Karina ha venido para que vayas con el médico. ¿Por qué no me mencionaste nada, Eh?

-Mama yo...lo siento, pero no es necesario que vaya -Me queje.

-Tienes que ir mi niña, no quiero que te pase algo más -Menciono preocupada.

-Claro que sí. No lo tomes a la ligera, Mia -Me dijo Karina.

-Ok. Iré... pero antes comeré algo -Estaba a punto de sentarme, pero ella me detuvo.

-Claro que no, señorita. Iremos al médico, que ya tengo la cita, y de paso iremos al restaurant -Menciono decidida.

-Ya escuchaste, hija -Dijo Gretel.


No dije más. ¿Que podría hacer? Dos contra mí. No podía ganarles.

Me cambié, me puse algo cómodo. Unos jeans negros combinados con una blusa rosada y mi delgado suéter gris, y unas zapatillas negras.

Fuimos al médico como me dijo Kary, y bueno los resultados no eran tan graves. Tenía una leve inflamación en mi hombro que no me permitía moverme con libertad. Así que unos antinflamatorios y analgésicos fue lo que me recomendaron... y menos trabajo laboral por el momento.

Después de la visita con el médico, nos dirigimos a un restaurant muy bonito, a decir verdad. No era tan grande ni tan pequeño, pero si era elegante.

-Bueno Mia, esta es la carta -Me dijo mientras me la entregaba -Aquí puedes pedir lo que se te antoje, con confianza -Me dijo alegre.

-Gracias Kary -La tome.

-Vuelvo enseguida, si -Ella se incorporó de su lugar y camino hasta que la perdí de vista. Me dispuse a escoger algo para comer, todo se veía delicioso, pero sinceramente el precio era lo que me detenía a pedir. No estaba acostumbrada a comer algo caro.

-Si sigue mirando el costo de cada alimento le será imposible elegir alguno -Fue lo que escuche de un momento a otro.

Baje inmediatamente la carta que tenía sobre mi rostro. No me di cuenta en que instante fue que él había tomado asiento. Me volví a poner nerviosa. ¡Dios!

-L-lo siento. No lo vi llegar -Me disculpe -No estoy acostumbrada a...

-Mi hermana es de las personas que no mira con quien gastar su dinero -Interrumpió -Y por lo que he notado, usted le inspira demasiada confianza, señorita Mialy.

-Yo no le he pedido nada.

-Lo sé. Por eso es que se lo digo -Me dijo tranquilo.

La mirada de Josh en verdad me intimidaba y demasiado. Quise bajar la vista, pero...

Quédate a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora