Quédate a mi Lado

Cap. 26

"Tormento hay en el corazón"

Pasaron algunas semanas desde que paso lo de Ethan. He estado un poco más relajada y más consiente delo que paso. Cuando se lo conté a mi madre se enojó demasiado así que, tuve que explicarle con calma todo para que pudiera entenderme, solo así se relajaría un poco. Se tranquilizo más cuando le conté sobre como Josh me había ayudado. Creo que al parecer le agrada demasiado. Lo ha consentido mucho en las cenas con ese postre que le gusta según ella.

Karina también ha estado más tiempo conmigo y me ha ayudado a entender más acerca de la palabra de Dios. Hemos ido a la iglesia juntas, a veces no por sus proyectos. Es muy bueno tener una amiga que te acerque más a las cosas de Dios y de su Reino. Es una hermosa bendición.

He reflexionado mucho y me digo a mí misma, "Quien diría que después de tanto tiempo me encontrara en esta situación". Santiago ha estado al pendiente de todo. Casi no lo veo, ya que se la pasa más en el taller, pero de vez en cuando me visita. También supo lo de Sanders, y bueno, no lo tomo muy bien. Yo por mi parte no iba, solo Gretel ya que, bueno, los que trabajan con el son varones y un poco pesados. Me ha comentado que la florería ya está casi terminada y que pronto nos mudaremos. A la vez estoy legre y triste, ya que me he acostumbrado a estar en la casa grande y a ver a Kary y a... Josh. Pero en el fondo sé que Gretel extrañaba mucho su negocio y la entiendo, es su mundo. Nuestro mundo.

Josh ya no me ha dejado asistir a la empresa, ya que me decía que el tiempo del contrato había expirado, pero a veces yo iba ayudarle. Me gustaba hacerlo. Josh insistía en que ya no fuera y sé que no era porque no quería verme ahí, sino, porque no quería que Alam fuera en su momento y me topara con él y lo entiendo.

Me encontraba en la empresa acomodando algunas cosas en lo que el señor Aidan terminaba una junta muy importante. Damián acababa de regresar de una visita con Marroquín y Josh se encontraba con él.

Entre los papeles que me encontraba ordenando, algunos iban debajo del escritorio y al asomarme por debajo del cajón, halle un pequeño libro. Lo tome.

Tenía un poco de polvo, afortunadamente estaba envuelto en celofán. Recuerdo que ya lo había visto antes, pero se me había olvidado.

Al abrirlo me asombre demasiado. Era una pequeña biblia. Se veía nueva, pues no presentaba maltrato alguno. La revise un poco y halle una nota pequeña que decía:

Para: Joshua A. Grijalba.
Pastor Madison

Y al reverso tenía esto:

"Jehová guardara tu entrada desde ahora y para siempre" (salmos 121:8)

Se encontraba en medio del libro en el pasaje de Isaías y estaban enmarcadas los versículos 10 y 13.

Suspire un poco. Al parecer había algo muy importante aquí y tenía que ver con él. Me preguntaba quién era el pastor Madison, no había mención de él.

Me senté un momento y me puse a pensar un poco, desde que me paso aquello, Josh se ha portado más cariñoso y más atento en lo que me pasa a mí, aunque últimamente ha estado un poco distraído y un poco distanciado de los demás. Admito que, me gustaba mucho sus atenciones. Sin embargo, aún tenía eso en los ojos, ese sentir que no me gustaba mirar, y algo más.

Ya había pasado alrededor de un mes de aquel suceso. Ya no he visto a Alam y todo estaba aparentemente tranquilo. Aunque había un poco de problemas en la empresa que tenían que ver con dinero, confiaba en Dios que se resolvería pronto.

He ido a la iglesia constantemente, y he pedido mucho por todo, sé que Dios tocara el corazón de Josh, de Alam de todos en el momento menos inesperado. Solo tenía que confiar.