Cap. 17 - corregido.

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"La sinceridad, es lo mas importante para generar confianza y seguridad"




Ya había pasado una semana desde que regresamos de Fresno. Y para ser sincera quería quedarme un poco más, pero entendí que debíamos irnos. El señor Aidan, había ido con el empresario Marroquín, el arreglo todo, así que por lo tanto Josh, y yo nos volvimos a Chicago. La señora Gina, era la madre de Aidan, Josh y Kary.

Gina, y Kenny, me había llevado al lugar donde se congregaban. Era un hermoso lugar el cuál me gusto demasiado. Solo espero algún día regresar, pero de visita.

Sin embargo, algo estaba por suceder, sabía que cambiarían tantas cosas en mí persona, espiritual como carnal. Física y emocional. Y todo pasaría por causa de quien menos me imaginaria.

*

-En la vida, nuestra felicidad depende en gran parte de nuestras actitudes. Nuestra actitud hacia nosotros mismos es quizá la más importante de todas, porque tiene un efecto tremendo y profundo en nuestra vida. A si como en quienes nos rodean – Decía el pastor Edekiel, por último mientras estaba por orar y ser despedidos – Bien hermanos, daremos gracias a Dios y seremos despedidos. Y recuerden, la actitud en nosotros mismos es lo primordial.

Después de que termino el servicio, Kary, y yo nos fuimos del lugar sin antes despedirnos del pastor y de los demás hermanos.

Nos dirigimos a la casa grande. Kary, tuvo que irse de nuevo a un curso que tenía pendiente, así que Stevens, me trajo de vuelta.

- ¿Cómo se encuentra señorita, Mia? – Pregunto Stevens invitándome a entrar al auto.

-Bien. Muchas gracias – Le sonreí.

-Tome – Me dijo mientras me daba una rosa. La cual dude en tomar, me sentí extraña – Disculpe, esta rosa me la dieron para entregársela a usted.

- ¿A mí? – Le dije extrañada.

-Si. Era un joven – Menciono un poco serio – Me dijo que la conoce y me pidió de favor darle esto – Me entrego la rosa con una tarjeta pequeña, la cual olía un poco a colonia. Era un poco amarga. Esa fragancia lo había olido, pero no recordaba dónde. Tomé la rosa y le agradecí a, Stevens. Después nos retiramos del lugar.

En lo que el conducía. Mire la rosa. Era roja y un poco grande. Después tomé la tarjeta con curiosidad y la leí.

“Su belleza es demasiado para mí. Me cautiva su sonrisa y sus ojos son hermosos cristales que me están enamorando”

-E.S

 

Era extraño. No conocía las iniciales y me dio demasiada curiosidad. Le pregunte a Stevens, como era la persona, pero no supo describírmela muy bien. Dice que se distrajo y no recordaba su rostro.

Era raro.

Cuando llegamos no había nadie, era domingo y bueno las que hacían la limpieza descansaban, incluyendo, Gretel. Ella se había ido a visitar a Santi, por un rato. Le agradecía tanto a Dios porque ya teníamos algo con que levantar de nuevo la florería y era genial.

Quédate a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora