Capitulo 49: Amistades equivocadas.

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Atticus.

Una foto de Belle usando un hermoso vestido azul, con su cabello arreglado y sonriendo de esa manera tan bonita suya.

Ella se veía hermosa. Mucho más de lo que usualmente es.

Más fotos seguían llegando, me tome el tiempo de mirar una por una las fotos que Scorpius me enviaba, sin preguntarme de donde había sacado él esas fotos.

Hasta que me detuve en una, la sonrisa en mis labios borrándose y un sentimiento doloroso y amargo me llenó. Scorpius estaba allí. Sonriendo y abrazando a Belle por la cintura, ambos viéndose felices.

Celos.

Me sentí celoso mirando a mi hermana y a la chica que me gusta juntos, abrazados y luciendo como una pareja, incluso cuando sé que no lo son.

Los celos son una cosa horrible, lo sé. Pero no puedo evitar sentirlos, sobre todo porque sé que a Scorpius le gusta Belle, y porque sé que, incluso si es una pequeña posibilidad, a Belle también puede llegar a gustarle Scorpius.

¿Y qué si nos besamos un par de veces? ¿Y qué si le dije a Belle que me gustaba?

Belle y yo ni siquiera somos novios, ella sigue siendo mi amiga. E incluso si le gusto, Belle... Ella podría darse cuenta pronto que no soy lo adecuado para tener de pareja.

Actúo bien cuando ella esta cerca, pero soy desagradable con los demás. No me he drogado en mucho tiempo, pero en el fondo, sé que estoy esperando el momento para hacerlo, sé que ante cualquier mínima oportunidad me drogaré de nuevo y volveré a ser la misma mierda de siempre.

Lo sé con seguridad, porque ahora mismo tengo una botella de whisky en mis manos. Una botella de las cuatro que Lilibeth trajo hace tres horas.

Una persona como yo no merece ser amada por alguien como Belle.

Además, veas por donde lo veas, Scorpius es mucho mejor que yo.

—¿Qué tanto estás mirando? —Lilibeth preguntó estirando su cuello para mirar la pantalla de mi nuevo celular.

—Es Scorpius. —respondí, enseñándole una de las fotos de mi hermano.

—Se ve bien. —ella silbó, dando una calada a su cigarro.

—Lo sé, —dije. —él es increíble. Mucho mejor que yo.

Lilibeth arqueó una ceja, mientras se dejaba caer sobre mi cama. —¿Por qué lo dices?

—¿No es obvio? —bufé. —Veas por donde lo veas, Scorpius es mejor que yo. Incluso si somos gemelos, no nos parecemos en nada.

Lilibeth me miró en silencio, escuchándome hablar.

—Él le agrada a la gente a donde sea que vaya desde que somos unos niños, tiene dinero, no se droga e incluso es atractivo. Mi hermano y yo somos gemelos idénticos, pero él siempre fue mucho mejor que yo en todo. Incluso en la apariencia.

—¿De verdad lo piensas? —ella preguntó. Y asentí.

Comparándome con él, que tiene un buen cuerpo y se ve saludable, yo no merezco la pena. Soy delgado, demasiado delgado al punto en que la ropa me queda suelta. Apenas tengo el peso necesario para ser considerado alguien saludable, estoy pálido y tengo ojeras tan grandes que mirarlas da pena. Y si bien tengo todos mis dientes, estos aún necesitan un poco más de tratamientos para verse bien, misma razón por la que odio sonreír frente a la gente.

Aún tengo crisis de vez en cuando por la necesidad de tener drogas en mi sistema, a veces tengo alucinaciones durante dichas crisis y me siento paranoico todo el tiempo por lo que odio que me toquen sin mi permiso.

Una dulce adicción (#1 GEMELOS EVERETT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora