Sentía mi manos sudar, jugando con ellas inquietamente siendo tomadas entre las manos de Jungkook, quien me sonrió transmitiéndome tranquilidad. Estábamos en la oficina sentados en los sillones frente al Joven Kim quien sonrió con dulzura.
-¿Seguro quiere hacer esto señor Park?.
-Estoy seguro Taehyung, comienza por favor.
Había decidió contar él como fue mi vida de esclavo, en cómo me atraparon en las calles, en cómo me incriminaron al saber que amaba a otros hombres, en los años de burlas y golpes que recibí, era difícil contarlos, Jungkook estaba a mi lado escuchando por primera vez el pasado que viví, me daba confort que sostuviera mis manos mientras relataba sobre los abusos y los tratos con malicia de los guardias, aquello era necesario para la investigación de Taehyung, incluso Jungkook conto su parte mínima de su vida antes de subir al barco, en los millones que tuvo que pagar por un puesto y en aquel guardia que dio mi venta hacia él, declaro sobre el guardia, en cómo este hablaba con asco sobre mí, en los tratos que le pidió darme, castigos y encierros si tenía mal comportamiento, era vergonzoso escuchar como el guardia le dio órdenes de cómo mantener a raya a un esclavo, por suerte ese sujeto jamás volvió a aparecer en nuestras vidas después de la venta.
Mi vida anterior era tan desastrosa, humillante, me daba vergüenza relatar el cómo sobrevivía en las calles cuando mi madre formo parte del cielo, aunque aquella vergüenza podría quedar en un segundo plano al tener esa gran sonrisa del grandioso hombre que me ayudo a ser lo que soy ahora, estaba tan agradecido y tan enamorado de Jungkook, realmente no podría imaginarme junto a alguien más, cuando con él lo tengo todo.
-Eso sería todo señor park, señor Jeon –Guardo sus notas levantándose junto a nosotros –Si sale a luz, le prometo que será en incognito, nadie sabrá sobre quien trata, se lo prometo.
-Confió en ti taehyung, gracias.
No tendría la confianza con otro periodista cuando aquel Joven era excelente en su trabajo, taehyung me transmitía confianza al igual que sus padres. Ambos le despedimos en la entrada personalmente para luego seguir con nuestras labores, aunque no había mucho papeleo y el trabajo era mínimo, logramos terminarlo antes del almuerzo.
Bretta se encargo de hacer un almuerzo delicioso para ambos, lo cual disfrutamos agradeciéndole al terminar, Jungkook de improvisto me jalo hacia arriba encerrándonos en su habitación, en donde me sorprendió con un gran beso dejando a lado la dulzura, era demandante y exigente que me falto el aire al cortar.
-¿Qué fue eso?.
-Me estuve conteniendo –Pego su frente junto a la mía cerrando sus ojos –Jimin, cuéntame sobre tu madre por favor.
Separe nuestras frentes para mirarle a los ojos los cuales los abrió siendo tan brillantes.
-Yo solo...-Vi como su manzana de adan se movió –Solo me has dicho fragmentos pequeños, no se mucho de ella, pero hablas con tanta devoción y cariño, quisiera conocerla por parte de ti, por favor.
-No recuerdo mucho de ella Jungkook, aquellos fragmentos son lo poco que obtuve –Le sonreí llevando mi mano a su mejilla acariciándolo –Ella fue y es mi admiración, se que lucho por mi todo lo que pudo y me dejo la frase que aun recuerdo "De nada sirve ser rico en dinero cuando eres pobre en tu corazón". No había entendió mucho esa frase, sabes lo que pase, creí por años que el rico era un ser malvado sin corazón y que solo podría confiar en los que fueran como yo, cuando te conocí, realmente, pensé que eras un idiota atractivo –Rio llevando su mano a la mía –Me equivoque, te conocí realmente, tu eras como yo, querías ser libre y cumplir tus propios sueños, incluso con dinero tu puedes amar, así supe lo que realmente mi madre quiso decirme y aun pienso que ella me acompaño en ese viaje y te envió para hacerme ver el mundo de otra manera.
-Si ella nos está escuchando ahora, espero tener su bendición –Se acerco besando mis labios esta vez de forma lenta, con suavidad y dulzura –Jimin, cásate conmigo.
-¿Eh?.
-Sé que es algo abrupto, pero no dudo que lo nuestro es para siempre, no te solté desde que salimos de aquel barco, no te soltare ahora, ni nunca, quiero todo contigo, no puedo imaginarme junto a alguien más.
-¿Cómo podríamos casarnos?, eso no está permitido.
-No necesitamos una iglesia para hacerlo, ni la bendición de un cura, solo nosotros, dos anillos en nuestros dedos y la promesa de un buen futuro juntos.
No evite sonreír en grande antes de abalanzarme a sus brazos siendo bien recibido.
-¡Por supuesto que si Jungkook!.
¿Es así como son los finales felices?, la respuesta es: Si.
Aunque no diría que es un final, es un nuevo comienzo, una nueva aventura, junto a aquel maravilloso hombre.
Madre, tu hijo es lo que prometió ser, aunque no era esperado una compañía, estoy tan agradecido de tenerlo, espero que en donde estés tengas la más hermosa sonrisa, que tal vez no recuerde, pero imaginare con ternura.
Muchas historias fueron contadas después del titanic, tantas con diferentes versiones.
Mi historia es una que no fue relatada o dicha, convirtiéndose enla historia jamás contada.
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