Solo, ¿Tu y yo?

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Aproximadamente paso un mes, Observe como Jungkook se movía de un lado a otro, mientras cuidaba de mi en mi reposo que fue exigido por el doctor, pues el golpe que me di contra aquel suelo fue algo mas grave debido que golpee parte de mi cabeza, por lo cual tengo una venda, que será removida en dos meses más si la recuperación va a corde con las palabras del doctor.

Jungkook me excluyo de algunos trabajos pues quería evitar que me estresara o me preocupara sobre sus tinerarios, me entere que demando a los shin rompiendo todo trato con ellos, dejando en mal a su hija sin alguna oportunidad de algún cortejo debido a que debutaba este año, pues ella fue quien mando a aquel hombre a lastimarme, al parecer algunas personas estaban disgustadas porque Jungkook no aceptaba a ninguna dama y se hacían la idea de que era mi culpa, ya que por mis gustos, dicen que lo corrompí descaramente y más rumores de los que no quise saber.

Me recosté en el marco de la puerta observando a Jungkook quien tenía sus manos en su rostro soltando exhalaciones fuertes, toque a un lado de la pared sacando su rostro de sus manos para observarme dulcemente.

-Deberías estar reposando.

-No estoy inválido Jungkook.

-Aun así, el doctor dijo que debías tomar reposo y si es por varias horas mejor.

Le sonreí adentrándome en su oficina caminando a un lado de él, Jungkook se recostó en su silla dejándome tomar asiento sobre sus piernas, tome sus mejillas dándole ligeras acaricias, tratando de quitar todo su estrés y angustias, sabía que al terminar el contracto con los shin, le traería represalias y más trabajo con sus otros inversionistas, pero eso no le importo, yo fui más importante y eso me reconfortaba, aunque me dolía verlo con mínimas ojeras en su hermoso rostro.

-Creo que quien debería descansar serias tu –Jungkook suspiro cerrando sus ojos dejándome acariciarle sus cabellos –Debes estar tan cansado, lamento que todo sea de este modo.

El abrió sus ojos negando con su cabeza, tomo mis manos entre las suyas dándole ligeros apretones.

-No te disculpes por nada, tú no tienes culpa.

-Pero eso te hizo perder parte de tu trabajo.

-No importa Jimin, me importa más tu recuperación que unos simples billetes.

El me sonrió unos segundos antes de llevar mis manos sus labios dándole ligeros besos, me quede estático, pues tal acto jamás lo había echo, hizo que mi corazón se agitara rápidamente que temí que lo escuchara tratando de salir de mi pecho.

-Quien debería disculparse seria yo, a última hora el señor shin se entero que iría a aquel restaurante, así que dijo que me haría compañía junto a su hija, luego explico su ausencia, sabía que tenía otras intenciones, pero no quise hacerme ideas adsurdas, pues había dicho reunirnos, pero no me había dicho un cuando, creí que sería bueno presentarte como mi sucesor, pues aquel hombre es –Carraspeo –Era importante, además no quería cancelar nuestra salida, creo que quien tiene algo de culpa seria yo.

-Tú no tenías idea de que aquella mujer es una desquiciada por un marido –Reí, pues aquello sonaba adsurdo.

-Aun así, nuestra salida fue horrible, siento que lo arruine.

-No digas eso –Le devolví el apretón en sus manos ligeramente escuchando su suspiro –En realidad ninguno de los dos tenemos culpa y si quieres, podemos retomar una salida para otra ocasión, solo tu y yo.

Jungkook me sonrió asintiendo, deje que liberara mis manos apresándome entre sus brazos soltando una exhalación de tranquilidad, mi cabeza se reposo sobre su hombro cómodamente, podría jurar que escuchaba sus latidos tan fuertes como los míos, pero seguro era mi imaginación.

𝑇𝐼𝑇𝐴𝑁𝐼𝐶 𝐋𝑎 𝐻𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝐽𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝐶𝑜𝑛𝑡𝑎𝑑𝑎 (KM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora