Capítulo 2: Manipulación

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«Me pregunto de qué estarán hablando».

Lleva semanas en la escuela y ha visto entrar a Lucky todos los días para hablar con esos dos. Brago la mira mientras se ríen, cuchichean, hablan animados, se sorprenden...

«Odio tener que reconocerlo, pero me gustaría ir a hablar con ellos... con ella. Quiero ser su amigo... de ella. No solo su amigo, quiero estar con ella. ¿Por qué no dejo de pensar en ella? ¿Qué tiene de especial?»

Se ponen los tres a cuchichear y Danny se pone muy serio. Ella se sonroja.

«¿Qué le habrá dicho? ¿Por qué no puedo acercarme y hablar con ella? Pero ¿qué le digo?: "Hola, ¿qué tal estás?". Zeon tiene razón, doy pena».

La chica salta desde la mesa donde está sentada y Brago fija la vista en el libro que intenta leer con rapidez.

—Hola —dice una voz alegre frente a él.

Levanta la cabeza y ahí está Lucky, observándolo sonriente.

—He pensado que igual te apetece que nos veamos después de clase. Estoy en primero, grupo dos.

Brago se queda sin habla y la chica sale del aula sin esperar respuesta. El mamodo se gira para ver al hermano de Lucky y lo descubre mirándole preocupado.

«¿Qué acaba de pasar? ¿Me acaba de pedir quedar después de clase?».

Brago se pasa el resto de la tarde pensando en la proposición de Lucky. No sabe si aceptarla o rechazarla.

«¿Es así como hacen amigos? ¿Se acercan sin más y les piden quedar? Pero ¿por qué a mí?».

Al acabar las clases, Brago recoge sus cosas y empieza a caminar hacia la salida. Baja las escaleras y, al llegar al piso de los de primero, como si sus pies hubieran decidido por él, entra en el pasillo y se apoya en la pared frente a la puerta de la clase del grupo dos. Los alumnos de primero lo miran asustados, algunos incluso sueltan una exclamación de asombro y todos se meten en las aulas.

De pronto, como un torbellino, sale Lucky. Lo agarra de la muñeca y lo arrastra hasta la salida. Brago está tan sorprendido que se deja llevar por ella. Pasan la tarde juntos y hablan de los poderes que poseen. Lucky le dice que su poder es alterar las probabilidades:

—Wonrei dice que podría ser la mamodo más poderosa si no fuera tan perezosa. En teoría podría doblegar la voluntad de cualquiera pero, a día de hoy, ni siquiera podría hacer que me besaras aunque sea lo que más me apetece en estos momentos —le suelta sin siquiera mirarlo.

Brago tiene los ojos puestos en ella.

«¿Acaba de decir que quiere que la bese?».

Todo eso es tan nuevo para él que no sabe si es lo habitual o algo excepcional. La chica se comporta como si no fuera importante lo que ha dicho. Lo que Brago tiene claro es que él también quiere besarla.

Se acerca a ella, le toma la cara con ambas manos y la besa. Le pone las manos en la espalda y las desliza hacia abajo. Brago jamás se ha sentido tan bien en su vida. Cuando sus manos llegan a la cintura de Lucky, la agarran con fuerza y la acercan aún más a su cuerpo. Querría estar así con ella para siempre. Siente un calor en su interior tan nuevo como sorprendente. Cuando sus bocas se separan, ella apoya la cabeza en su hombro. Huele a lavanda.

El sol se pone y la acompaña a casa con la promesa de ir a buscarla a la mañana siguiente.

Llega al palacio con la mente llena de ella. Camina tan absorto que no se da cuenta de que Zeon lo está esperando.

StarmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora