Capítulo 14: Espinas.

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Después de despedirse a la hora de dormir, Brago se apoya en el árbol que hay en la parte trasera de la mansión para velar el sueño de Lucky.

Sigue pensando en lo que han hablado. Quiere que se queden. Con ella a su lado, todo es mucho más sencillo. No está enfadado todo el día y trata mejor a los humanos. La vida es más fácil si eres feliz.

No sabe cuánto va a durar el combate y pensar en estar separado de ella unos cuantos años le angustia. Siente un nudo en la garganta y una mano estrujándole el corazón. Pero ella ha sido tajante: tiene que irse. Y lo hace por el humano. No cree que él fuera capaz de hacer lo mismo por Sherry, sin que ella lo amenazara.

No entiende que Lucky y Juan tengan una conexión tan profunda. Supone que, debido a esa conexión, los poderes de Lucky han aumentado de esa manera. No solo luchan juntos, son felices juntos. Brago tiene claro que, cuando el combate acabe, Sherry montará una fiesta por haberse librado de él. Y él no cree que la vaya a echar de menos tampoco. Pero Lucky... bueno, Lucky llorará al separarse de Juan, de eso no tiene ninguna duda.

Cuando aún falta bastante para el amanecer, Brago ve abrirse una de las ventanas de la habitación de su novia y la ve asomarse. Él da un salto para ponerse en pie, trepa por la fachada y le pide que se encuentren en la entrada. Da la vuelta a la mansión y corta una rosa blanca de uno de los parterres.

Cuando Lucky lo ve, se le ilumina la cara. Brago le dice que si quiere la flor, tendrá que quitársela. Llevaba tiempo queriendo poner a prueba a Lucky y esa mañana encontró una oportunidad.

Lucky intenta quitarle la rosa, pero Brago es demasiado bueno para ella y ni siquiera puede rozarle. El chico disfruta del ejercicio hasta que se entera de que Danny ha estado entrenando a Lucky todos esos meses que han estado separados. Imágenes de Danny con ella haciendo ejercicios parecidos al que él ha propuesto llegan sin parar. Gestos de complicidad, miradas furtivas, abrazos...

Los celos lo dominan y no quiere ni mirarla. La rabia vuelve y solo se le ocurre una manera de descargarla. Entra en la mansión y, de muy malas maneras, le ordena a Sherry que salga a entrenar. Durante el ejercicio, Brago se pone violento, golpea a Sherry y le parte el labio de una patada.

Lucky se pone hecha una furia y le dice que como no cambie de actitud, se marchará para siempre. Brago intenta disculparse, pero ella no lo acepta. Está harta de excusas y quiere hechos. Sin darle tiempo a reaccionar, se aleja de la mansión colina abajo.

Juan se acerca a Brago, que está mirando el lugar vacío que ha dejado Lucky, y le advierte:

—Como la pierdas por unos celos absurdos, serás el más cretino de los cretinos. Esa chica merece la pena, tú lo sabes mejor que nadie. Demuéstrale que el Brago que ella conoce es el verdadero y haz que lo sea. Porque si las segundas oportunidades son difíciles de conseguir, las terceras son imposibles.

Se quedan mirándose un momento hasta que Juan se va por el camino que ha andado Lucky. Brago se queda hecho polvo. Se disculpa ante Sherry, puede notar el miedo que la chica siente hacia él, y sigue a Juan. Los encuentra hablando. Lucky está llorando. Una vez más, llora por su culpa.

No se han dado cuenta de que está detrás de ellos y los oye hablar. Juan le pregunta a Lucky si se arrepiente de haber ido a buscarle y Lucky no sabe qué contestar. El corazón de Brago se parte en dos. Aunque ella confiesa que se siente feliz al lado del mamodo, no está segura de si ha hecho bien volviendo con él. El mamodo se da cuenta de que la está perdiendo por ser un cretino. Ella ha ido a por él, no a por Danny. Tiene que mejorar y sabe que solo podrá hacerlo junto a Lucky. No puede perderla. No quiere perderla.

Tras escucharlos hablar, Brago se arma de valor y le pregunta si se arrepiente de haber ido a buscarlo. Ella le dice que tiene que perdonarse por lo que hizo y él sabe que tiene razón. Siente los brazos de Lucky alrededor de su cuerpo y se desmorona. La abraza con fuerza y le susurra que no se aleje de él. Juan decide dejarlos solos y sube la colina hacia la mansión.

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