Señora Barnes

Capítulo 18 - ¿Eso es un sí?

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ㅤ ❛❛ C A P Í T U L O 1 8 ❜❜

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• ˏ ˋ Parece un pollito mojado ˎˊ ˗

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Bucky termino por contarme todo lo que había vivido, o al menos lo que él recordaba, me contó sus horribles pesadillas las cuales eran recuerdos del cosas que había hecho el soldado del invierno.
Así fue como nos pasamos casi ese día en medio de verdades, confesiones, lagrimas y besos.
Sam había vuelto a Midgard, según él tenía cosas que hacer, iba a volver, hallaría la forma.

En casa nos quedamos Bucky y yo, él había calmado un poco sus pesadillas, nuestra relación si así podríamos decirlo iba prosperando, ya no era tan secreta como lo fue al principio, ya nos tomábamos la mano por los pasillos del castillo y nos dábamos uno que otro beso.

Conviví mucho con mis padres, sobre todo con mamá, Bucky conoció a Loki y Hela, esta se mostró un poco sobreprotectora conmigo, pero tras conocer a Bucky unos días se le pasó.
Mamá trataba a Bucky como si fuera un hijo más, como si supiera lo mucho que él me importaba.

Bucky fue aprendiendo un poco más sobre nosotros, Asgard, le explique absolutamente todo sobre mi familia y él pareció estar fascinado.
Por el día o estudiábamos o entrenamos, por la tarde solíamos huir a los jardines del castillo, tendía una manta sobre el verde césped, Buck se acostada y su me abrazaba a su pecho como si no hubiera un mañana veíamos la puesta del sol y el paso de la luna y las estrellas, esto se había vuelto rutina, casi un ritual para nosotros.

No teníamos de Thor ni de los otros, éramos mis padres, de vez en cuando Loki y Hela, Bucky y yo. Me gustaba esta rutina que íbamos teniendo. Sentía Bucky tan recuperado a mi lado que me satisfacía mucho verlo sonreír.

Hoy me dirigía a nuestro campo como era habitual, pero un guardia me detuvo.

-Su majestad, el soldado James nos pidió que le comuniquemos que hoy no iban a ver la luna como todos los días, el soldado Bucky la está esperando en su habitación.- oía atenta lo que decían mientras la seriedad y la sorpresa se mezclaron en mi, asentí sin decir nada más para correr hasta mí habitación.

Caminé y cruce pasillos corriendo como loca, no sabía muy bien que era lo que pasaba, pero me estaba preocupando, él sol ya se estaba ocultando y daba paso a la luna, tras unos minutos de recorrer los pasillos llegué a mi habitación, abrí la puerta y entre con prisas para detenerme en seco al ver mi habitación a oscuras, la brisa fresca de la tarde noche me golpe en el rostro, las puertas del balcón estaban abiertas y la única luz que iluminaban eran las de las velas que habían sobre una mesa en medio del balcón.

-¿Buck?- susurré mientras cerraba la puerta viendo a la mesa y a los lados en búsqueda de Bucky, no sé cómo pero al buscar en la habitación lo vi parado cerca a mi, tenía una amplia sonrisa en el rostro.

-Hola cariño.- susurró mientras se acercaba hasta a mí para tomar mi mano. - ¿Te gusta?

-Como preguntas eso cariño, claro que sí.- sonrió apoyando mi cabeza en su hombro, veía maravillada lo que había preparado.

-Tu madre me ayudó un poco, yo...- titubeó un poco.- yo soy muy torpe para esto, no sabía cómo... o que hacerte...- meneo la cabeza y soy un beso cálido en su cuello.