Desde que había tenido memoria mi vida había sido muy miserable, era lo peor del mundo. Mis padres siempre me hacían sentir de esa manera, como sí fuera lo peor que les ha pasado, ¿Y a quien no? Fui como le dirían un fallo en la T uterina de mamá, un fallo en su método anticonceptivo. Mi madre me tuvo a la edad de 35 años, y mi padre a los 38, ellos tuvieron a su primer hijos cuando mamá tenía 20 años, y al segundo cuando mamá tenía 22, imagínense la sorpresa que se llevaron cuando 15 años después resultó embarazada de su servidora, ósea yo.
Fue todo un alboroto, todo un lío. Mi madre decía que conmigo era volver a empezar todas esa etapa, pensó en qué tal vez no tenerme era la mejor opción, ya que por su edad podía hacer de alguna manera mal o su vida de ella podría peligrar, pero decidió que yo naciera, para colmo de males.
Fui creciendo en un hogar muy serio y estricto, considero que un cuartel del ejército tenía más libertades que yo, no podía dar mi opinión jamás, no podía ser yo misma, siempre habían constantes comparaciones entre mis hermanos mayores y yo. ¿Pero quienes los culpan? Si yo era muy extrovertida, me encantaba hablar, hacer amigos, era realmente muy mala para los estudios que implicarán números algunos, variantes, tangentes, hipotenusa, cateto, beta, fórmulas, descomposición de los elementos, pesos atómicos, ufff y más, me eran muy difíciles de memorizar, mi madre solía hacerme continuos reproches por eso, me comparaba con mis hermanos mayores: "Porque no eres como tú hermana mayor" "Porque no eres aplicada como tú hermana" "Saliste burra para eso, ay por favor solo son excusas a tu flojera" "No es que no entiendas, eres una maldita floja, holgazana" "Deberías aprender de tus hermanos mayores" Sus reproches eran cotidianos, ya me había acostumbrado a todo aquello y ya ni caso le hacía.
Así fue mi vida durante casi 18 años, fue una total tortura, las constantes visitas al psicólogo que me enviaban los de la escuela eran la cereza del pastel. Yo había sacado pensamientos muy liberales según decían mis maestras y mis auxiliares.
Mi vida por 18 años fue así, yo jamás encaje en un lugar, jamás. Me sentía como una ficha de damas en un juego de ajedrez. Todo era raro, hasta que lo conocí a él, y realmente supe que con él, había encontrado mi lugar perfecto.
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ㅤ • ˏ ˋ Muchas gracias por leernos, recuerden que deben dejar volar su imaginación, la imaginación es la mejor que puede haber en el ser humano. ˎˊ ˗ ㅤㅤ ㅤㅤ
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¿Cómo están? Espero que muy bien, espero que disfruten del inicio de esta travesía, saben que pueden escribirme con mucho gusto a mis redes, en este caso Instagram.
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