Señora Barnes

Capítulo 11- Casualidades

.

ㅤ ❛❛ C A P Í T U L O  11 ❜❜

ㅤㅤ ☁︎

• ˏ ˋ Sigue, sigue  y te dejo pelón ˎˊ ˗

────

La mañana había caído, el sol se colaba por la ventana, me movía de un lado a otro en búsqueda de seguir durmiendo pero no podía, él hombre de anoche siempre venía a mi cabeza.

—¡Hanna!— me grita Steve desde abajo.—Baja a tomar desayuno, tenemos que irnos.

Lance un gruñido a la pared mientras me tapaba la cabeza con la colcha.

—¡Ahhhhhh! ¡Ya voy!— gruñí destapando mi cabeza y sentándome con pereza, solté un amplio bostezo para luego pararme de la cama e ir al baño a ducharme y arreglarme.

Me tomé una ducha de 10 minutos bajo el agua caliente, me ayudó a aclarar mi cabeza y despejar esta misma, al salir de la refrescante y cálida ducha, me puse a secar mi cabello y a maquillarme un poco, ya una vez fuera opte por un conjunto serio que trataba de un jean clásico, unos botines de cuero negro, una blusa blanca junto con una cazadora de cuero, tomé el móvil que ayer había comprado con la ayuda de Nat y de mis maletas saque un frasco para pedirles a los familiares de Bucky que me den un poco de sangre y poder hacer el hechizo, lo metí al lado de mi móvil dentro de un pequeño bolso y me dispuse a bajar a la cocina.

—¡Buenos días!— salude en general, en la cocina solo estaban Sam, Nat y Steve.— ¿Y mi hermano?— pregunto al no ver a Thor.

—Sigue durmiendo, hoy no va a acompañarnos.— Me dijo Nat mientras Steve me pasaba una taza de café.

—Gracias, ¿Ya estamos todos listos?— mencione dándole un sorbo a mi taza de café.

—Si, la verdad que llevo mucho sin ir a la casa de Buck...— comienza decir Steve, tomo asiento sobre uno de los taburetes de la cocina cuando le robo una tostada del plato a Sam.

—¡Hey! Hay más por allá.— me señala a un plato con más tostadas.

—Me apetecía de la tuya, Sami.— le comento con una sonrisa, comiendo mi tostada y tomando mi café.

—¿Están listos?— Nos apura Steve.

—Si ya estoy lista, ¿Sam?— pregunto y él asiente.— Bueno vamos...

NAT sale junto a Steve, le sigue Sam y por último yo, los 4 abordamos el vehículo con dirección a la casa del hermano de Bucky.

El viaje tardo como media hora, yo iba viajando con la cabeza pegada a la ventana. No conté cuánto tiempo nos demoramos en llegar hasta la casa de los familiares de Bucky, nuestro auto se estacionó frente a la casa, todos bajamos, contemple un poco la casa, era bonita, la típica casita de fotografía con un jardín amplio, colores vivos y flores de fotografía.

—Vayamos.— mencionó Sam, por lo que yo tomé del brazo a Steve y comencé a caminar adelante con él.

—¿Estás bien Steve?— le susurré mientras acariciaba su brazo, él miró unos minutos la puerta antes de tocar el timbre.

—Si.— me respondió.

Desde dentro de la casa nadie respondió, Steve volvió a tocar el timbre y una voz femenina se oyó desde dentro.