Thomas y Alex Crild son los gemelos más deseados y envidiados del instituto Artois. En pocas palabras, los chicos perfectos. ¿Pero es verdad? ¿Son tan perfectos como todo el mundo cree? La respuesta a eso es fácil: no.
Tus problemas y secretos se...
Capítulo dedicado a Anyi y Marijo. No puedo solucionar sus problemas, pero al menos espero que esto las distraiga un poco de ellos <3
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Cumpleaños de Niels.
Alex.
Hay dos cosas que nunca esperé tener en mi vida:
1. Una camisa tan patética.
2. Un novio disfrazado de Pikachu.
Ninguna de las dos fue esperada, pero aún así me siento feliz porque ver a mi novio feliz me hace feliz a mí.
— ¡Vamos a ese! —grita y me arrastra hasta el carrusel.
Ruedo los ojos y me dejo llevar porque en realidad disfruto verlo tan emocionado.
Cuando me dijo que los chicos habían planeado venir a un festival, la primera idea que se cruzó por mi mente fue encargárselo a Thomas, pero resulta que sí fue divertido venir yo también. No la he pasado nada mal y me gusta poder compartir este día con él.
Siempre me pregunté cómo sería la sonrisa del hijo del entrenador. No, no hablo de esas sonrisas pequeñas y tímidas que lograba capturar por breves segundos: hablo de esa sonrisa grande y radiante que está embargando su cara en este momento.
Sus ojos lucen como dos líneas brillantes y no puedo evitar sentir ternura porque en mi vida esperé que un parque de diversiones fuera su debilidad. Sí había visto a Niels feliz y saltando, pero esto es otro nivel. Parece un niño.
—Me pregunto dónde estará Thomas —suspira y continúa comiendo su algodón de azúcar.
Ambos estamos reposando en la rueda de la fortuna. Todos allá abajo se ven pequeñitos y eso me da confianza para entrelazar mis piernas con las de él y pasar mi brazo por encima de sus hombros. Él sonríe y me comparte de su algodón azul.
—Yo sé dónde está —suspiro —. Estábamos pasándola demasiado bien como para que no se sintiera dolido. Lo noté cuando estábamos bailando, por un momento pensé que iba a llorar.
— ¿Melanie? —pregunta y asiento —. No me quiero imaginar cómo se debe estar sintiendo.
Yo tampoco.
Thomas siempre ha sido demasiado expresivo y aunque esta etapa de su vida ha sido la más oscura, él sigue siendo igual de sensible que siempre. Él no es capaz de actuar como si nada cuando la recuerda a ella. Él puede ser tan frío y tan serio como quiera aparentar, pero es cuestión de mencionar a Melanie para que le tiemble el piso.
—Espero que ella logre salir de eso pronto —habla al ver que no respondo —... también espero que él logre conseguir paz.
—Sabes que la única manera en que Thomas sienta tranquilidad es cuando haga pagar a esa hija de puta —imaginarla solo agranda mi odio por ella —; antes no, y mucho menos después de ver todo lo que se está perdiendo Melanie.