Gemelos Problemáticos [Areté Crild #5] ✔️

CAPÍTULO 45 (PARTE 3)

Perdonen si tiene algún error, son las seis de la mañana y estoy intentando hacer el mejor trabajo posible </3

PARTE 3

Explosión.

Alex.

—No me puedes pedir que me calme, ¡la entrevista es en una semana! —Niels grita y camina por todo el vestidor.

Niels envió varias solicitudes a distintas universidades de artes hace algún tiempo y justo en una semana tendrá su primera entrevista. Yo me enteré de eso el día que tuvimos nuestra discusión fuerte, pero gracias a eso he podido estar con él durante el recorrido y ahora aprecio el hecho de poder apoyarlo con sus nervios.

Se siente incapaz de hablar en público y según él, la cagará y no le darán la beca.

—Exacto, has practicado hace más de una semana, ¿por qué estás tan ansioso? —tomo su cara entre mis manos y lo acerco a mí —. Les enviaste un portafolio y les encantó, ¿cómo puedes dudar de tus capacidades?

—Soy terrible comunicándome con las personas, Alex —él pone sus manos sobre las mías y apoya su mentón en mi hombro —. ¿Y si la cago?

—Buscaremos otras universidades —dejo un beso en su mejilla y lo abrazo con fuerza —. Y si cagas todas las entrevistas, yo mismo te pagaré la uni.

— ¿Crees que arruinaré todas las entrevistas? —su cuerpo tiembla.

— ¿Qué? ¡No! Es un plan Z por si algo malo pasa —deslizo mis manos por su espalda —. Recuerda que yo pienso en todo.

—Gracias —él suspira y esconde su cara en mi cuello —. ¿Crees que a los demás les parezca extraño que no hayamos salido con el resto del equipo?

La realidad es que justo cuando todo el equipo comenzó a salir —hoy es la final —, Niels recibió la llamada y al ver su cara no pude dejarlo solo. Luego entró en crisis y como buen novio que soy, tuve que calmarlo y en todo ese tiempo han pasado diez minutos.

¿Que si les debe parecer extraño? Maya, Thomas y el resto de los chicos deben imaginar que estamos cogiendo.

Después de la extraña conversación con mis hermanos, no volvimos a hablar del tema. De hecho, yo no les volví a dirigir la palabra. Eso fue anteayer y no pretendo bajar la guardia.

Prefiero actuar indignado antes de hacerles saber que me afecta lo que piensen de mí.

—Deberíamos salir antes de que el entrenador venga a buscarnos —me separo un poco, pegándolo contra uno de los casilleros —. O mejor...

—Alex —Niels me mira con advertencia antes de seguirme el beso.

Sonrío contra sus labios y deslizo mis manos por toda su espalda y más abajo. Él se sobresalta cuando lo alzo un poco, pero aún así se ríe y jadea, tocándome de la misma forma.