Entre Palermo, Lisboa y Berlín; tres cabezas al mando, nos organizaron para enfrentar a los militares.
Hicimos una tipo jaula con la finalidad de poder dispararles desde distintos ángulos y separandonos en flancos.Bogotá con Río, Lisboa con Helsinki, Palermo con Manila y por otro lado Berlín, Tokio y yo juntos. Como siempre, a Andrés no le pareció buena idea que los acompañara pero no teníamos tiempo para discutir ese tema.
Nairobi se había quedado con los rehenes y con Matías, quiénes se encontraban en la biblioteca, los tenían bien resguardados.
- ¿En qué momento tenemos que disparar?- Susurré mientras nos arrastrábamos por el suelo rodeando los escombros.
- En cuanto Lisboa de la orden- preguntó volteándome a mirar- Va a buscar la manera de negociar con ellos. ¿Está todo bien? Que si te comienza una crisis te envío con Nairobi.
- No, no te preocupes, Palermo vio como me tomé mi dosis.- Berlín asintió con la cabeza y tomamos posición.
En cuanto los militares notaron nuestra presencia comenzaron a disparar a lo bestia, el salvajismo con el que lo hacían no era normal en lo absoluto.
Entre disparos y estruendos, se logró escuchar una risa histriónica que hizo que a Palermo y a mí se nos enchinara la piel.- Estos vienen a matarnos, no a negociar- Comenté mientras comenzábamos a disparar hacia nuestros objetivos.
- Estos hijos de puta están enfermos.
Se estaba convirtiendo en una guerra campal entre nosotros, la violencia repartida dentro del banco no era para nada normal.
Mejor dicho, nada era normal.En lo que defendíamos nuestras posiciones, maquinaba en mi cabeza una plan, si nos quedábamos quietos nos iban a acribillar.
Decidida, me agaché y tomé la radio.
- Tokio, cúbreme.
- ¿Pero qué haces?- Preguntó disparando a los cerdos.
- Estocolmo ¿me copias?- esperé la respuesta unos segundos y Andrés se percató de lo que estaba haciendo.
- Copiado ¿qué sucede?
- Necesito que subas en chinga con granadas y municiones, esto está ardiendo. También trae a 10 rehenes, necesito 10.
Estocolmo respondió afirmando y Berlín me arrebató la radio mirándome a los ojos.
- ¿Qué estás haciendo?- su tono era de molestia.
- Confía en mí, los tomaremos por sorpresa- él negó con la cabeza en repetidas veces.
- Sea lo que sea que estés pensando, sacalo ya de tu mente- ahora yo me negué-. Estos no son unos simples soldaditos, Phoenix. Nos quieren matar.
- Tengo algo en común con ellos, yo también los quiero matar, sobre todo a ese puto pelón hijo de perra- dije colgándome mi arma y colocando municiones en mis cinturones.
- No te dejaré ir sola, voy.
- Estás pendejo mi amor, aquí te quedas.
- ¡Escúchame joder!- me tomó por los hombros con desesperación- Eres lo único que tengo y no permitiré que te suicides.
- Andrés, necesito que confíes en mí. Por primera vez, confía en mí, te lo ruego. Te prometo que esta es nuestra salida- Lo miré a los ojos tratando de convencerlo, a él ya se le estaban llenando de lágrimas y di un beso en sus labios.
- Tokio, ve con ella.
- Arrojen las granadas de humo en cuánto les avise- Él asintió con la cabeza y Tokio se unió a mí de inmediato.
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PHOENIX [Segunda parte de Pienso en tu mirá] [La Casa de Papel]
Romance⚠️ Debes leer la primera parte (Pienso en tu mirá) para comprender esta segunda parte https://my.w.tt/gYcNjDBx6ab ⚠️ Yo no pensaba en nada más que en él hasta que te tuve enfrente. "Eres una perra con suerte, Melissa" "No volverás a ver la luz del d...