XXXI

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How unfair, it's just our luck
Found something real that's out of touch
But if you'd searched the whole wide world
Would you dare to let it go?

Narra Melissa

Logré entender el dolor que sentía Tokio al enterarse de la pérdida de Denver. Era algo increíble para toda la banda, él era la persona más simpática entre todos nosotros y ahora nunca volveríamos a escuchar esa risa que tanto amábamos.
Solo quedaba ser fuertes y apoyarnos mutuamente.
Bogotá y Palermo se llevaron a Gandía entre los dos, cargándolo con cuidado en una de las camillas que habíamos llevado por cualquier cosa.

¿Y a qué te pasó? Tienes el mono con sangre y en parte de tu rostro también.— Negué haciendo señas con mi cabeza dándole a entender que estaba bien.

Es de Denver, no mía.

—Y de Arturito.— Agregó Berlín haciendo que yo rodara los ojos.

¿Mataste a Arturo Román?

—Podré ser cualquier cosa pero una asesina jamás.— Berlín me sonrió.

Ayudé a Tokio a levantarse porque aún se encontraba atada de los pies, lo primero que hizo fue estirarse para después colocarse las botas.
Finalmente salimos de ese búnker para ir de regreso con los demás, pero antes, decidí pasar a la sala que habíamos adaptado para Nairobi.

Como siempre, sonrió al mirarme. Me acerqué dando un beso en su frente y acariciando su cabello.

¿Cómo sigues Nairobi?

—Con las manos llenas de agujeros y otro en la clavícula, pero bien mi amor.— Respondió vacilonamente.— A ti te noto distinta ¿cómo te sientes?

Pues...— Rasqué mi cabeza buscando una respuesta adecuada.— Voy hasta arriba de ansiolíticos para no volverme loca. Así que supongo que estoy lo mejor que se puede estar en un atraco.— Sonreí.

—He de decir que el de la fábrica de moneda y timbre fue mucho más tranquilo a pesar de que perdimos a dos compañeros. Perdimos a Moscú en la fábrica y...

Y ahora perdimos a su hijo, a mi Denver.— Agregué con dolor.— Pero me alegra que tú estés bien Nairobi, sin ti no podría.

Yo sabía perfectamente que Moscú no quería que Denver tomara este tipo de decisiones, él quería "llevarlo por el buen camino" con un atraco decente y ahora ambos estaban muertos.

—Denver y yo prometimos cuidarte y no te pienso abandonar, cariño.— Con ella a mi lado sabía que iba a estar segura, ella me transmitía el cariño de una madre.

Tokio entró a la sala sonriendo de oreja a oreja en cuanto vio a Nairobi. Corrió hacia ella para abrazarla con delicadeza, yo miré a la escena con una media sonrisa.

Las dejo, veré si me necesitan con los rehenes.— Dije despidiéndome para dejarlas sola.

Traté de ir lo más rápido posible con los rehenes porque siempre que abandonaba el puesto, algo malo pasaba.
Pero al llegar me percaté de que todos estaban muy nerviosos, sentados en filas pero murmuraban entre sí.

Miré entre todos ellos porque sabía que faltaba alguien, hasta que me di cuenta de quien era.

Río ¿dónde está Arturo?— Ricitos de oro miró al suelo y después me miró a mí con nerviosismo.

PHOENIX [Segunda parte de Pienso en tu mirá] [La Casa de Papel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora