Después de la muerte de Sirius, Harry es enviado de vuelta con sus tíos.
Encerrado en si mismo, sin hablar con nadie, pasa su decimosexto cumpleaños solo, o eso es lo que el cree hasta que el ente se revela ante él.
Una propuesta interesante por par...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al llegar a su apartamento, se encuentra con Neji esperándole, sentado a los pies de su escalera.
—¿Qué haces aquí? —Harry sube las escaleras de dos en dos y abre la puerta del apartamento.
Neji pasa detrás de este y cierra la puerta antes de seguir al moreno hasta su habitación.
—Venía a verte. Me he cruzado con Naruto y dice que esta tarde tenéis otra misión.
—Así es.
Harry abre la puerta de su habitación y camina hacia el armario sin girarse a mirar al oji perla, está centrado en prepararse para salir.
Saca una mochila del armario y la deja sobre la cama.
—Ten cuidado, por favor —el tono del oji perla saca a Harry de su neblina de concentración.
—Lo tendré —Harry deja la ropa sobre la cama y camina hacia la puerta de la habitación donde Neji se había quedado apoyado en ella—. Siempre tengo cuidado —tuerce un poco su cabeza hacia un lado y le sonríe ampliamente—. Cuando vuelva te invitare a comer y pasaremos la tarde en casa, hablando o lo que sea.
—Bien —Neji atrae el pequeño cuerpo del moreno a él y le abraza con fuerza.
Harry corresponde encantado al abrazo.
—No hemos vuelto a tocar el tema del otro día —el oji perla habla sobre los cabellos del moreno.
—¿Cuál? —Harry esta tan cómodo entre los brazos del castaño que tiene la mente en blanco.
Los abrazos de Neji son iguales a los de los gemelos. Le dan tanta paz.
—Nuestra relación.
—Mmh... —Harry deja que su parte animaga tome cierto control y restriega su cabeza por el pecho de Neji.
—¿Harry?
A Harry se le escapa un ronroneo y el oji perla pregunta, confuso;
—¿Acabas de ronronear?
El moreno abre los ojos de golpe, sorprendido, y se separa de un empujón del cuerpo del castaño.
—Perdón —no le mira a la cara, está demasiado avergonzado para hacerlo.
—¿Has ronroneado?
Harry no puede negar lo innegable, así que asiente. Va siendo tiempo de que Neji también sepa parte de la verdad.
—Voy a enseñarte algo que no puede salir de aquí ¿vale?
Neji asiente, nunca diría nada a nadie de lo que el moreno le confié.
Con un suspiro tembloroso, Harry cambia a su forma animaga.
Una gran pantera se sienta frente a un sorprendido oji perla.
