Después de la muerte de Sirius, Harry es enviado de vuelta con sus tíos.
Encerrado en si mismo, sin hablar con nadie, pasa su decimosexto cumpleaños solo, o eso es lo que el cree hasta que el ente se revela ante él.
Una propuesta interesante por par...
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El hombre enmascarado resulta ser Madara, el cual proclama el inicio de la cuarta gran guerra ninja para conseguir a Naruto y Killer B, los últimos dos Jinchūriki que les faltan.
Antes de que Harry o algún Kage pueda moverse y atacar al hombre, este desaparece de la sala sin dejar rastro, y el caos se desata. Los Kages gritan, los ninjas que han venido como sus guardaespaldas también, y Harry aprovecha el momento para agarrar la mano de Naruto, y la de Sasuke y tirar de ellos hacia la ventana, con un petrificado Danzō flotando a sus espaldas.
—Mandaré a Azrael para que nos mantenga informados —Harry se despide de sus sensei sin darle tiempo a replicar y salta de la ventana junto a los menores, aterrizando de pie sobre la nieve.
Sin darles tiempo a recuperarse de la caída, Harry tira de su ninja y del pelinegro hasta adentrarse en el bosque por donde han venido.
Una vez dentro de este y fuera de la vista de cualquier curioso, Harry suelta las manos de los chicos y se deja caer a la nieve, apoyando su espalda contra la corteza de uno de los árboles de su alrededor.
—¡Azrael!
El ente aparece con rapidez a un lado del moreno, preocupado por el tono en que ha sido llamado.
—¿Estás bien?
—Tenemos que irnos ya, vienen a por Naruto.
El ente gira a mirar a este, encontrándose con Naruto a un lado de un perplejo Sasuke.
—¿Quién es ese? —señala el ente al ninja pelinegro.
—Sasuke, el niño bonito que me apuñalo aquella vez.
Azrael pierde su sonrisa, y, si las miradas de la Muerte pudieran matar, Sasuke estaría bien muerto y enterrado.
—No fue mi intención.
—¿Qué te he dicho antes? —Harry mira mal al pelinegro y este vuelve a cerrar su boca de golpe—. Tenemos prisa, pero, este es Azrael, mi padre —señala al ente, que no deja de intentar matar con la mirada al ninja—. Papá, este es Sasuke, el mejor amigo de Naruto, o ex mejor amigo, no lo tengo aún muy claro.
—Tenemos mucho de qué hablar, pero aun lo considero mi mejor amigo.
Sasuke asiente, completamente de acuerdo con él. Tienen mucho de qué hablar con el rubio, y muchas disculpas por delante, pero aun lo considera su mejor amigo.
—Bien, presentaciones terminadas. Naruto y yo tenemos que arreglar un problemilla de mi mundo, lo que nos dejará fuera del radar como mínimo una semana.
—¿Tu mundo?
Harry mira hacia el cielo, suspirando con pesadez y después se acerca hasta el pelinegro.
—No tengo tiempo para explicarlo, así que te lo enseñaré.
Agarra al ninja de los hombros y se adentra en su mente, colocando ciertos recuerdos suyos para que entienda un poco la situación.
