13: "Beso exprés, drama acelerado"

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Lo observó, observó a ese chico que se plantaba frente a él, y la verdad, no sé arrepentía de sus palabras, en lo más mínimo. Harry lucia sorprendido ante ellas y eso lo hizo sonreír, siempre era el omega quien actuaba así de mandado, no él; Por primera vez los roles se habían invertido de cierto modo.

Era extraño, pero no le disgustaba.

-¿Qué dijiste? -susurró el pelirrojo, sus ojos no quitaban la mirada de los suyos. Por primera vez, sentía lo que era que un omega realmente estuviera a la merced de sus palabras, y no por la voz de alfa, sino por la clara ansia que tenía de que algo más intenso sucediera, de poder cumplir un deseo que anhelaba hace rato.

-Dije que tengo tantas ganas de besarte, Harry, como no tienes idea -respondió reduciendo cada vez más la distancia, teniendo que encorvarse levemente para llegar hasta la altura del menor, prácticamente chocando su respiración contra la de él. Con una de sus manos acaricio una de sus mejillas, hasta llegar a la comisura de sus labios. Paso el pulgar por ellos, podía oler las feromonas de Harry y estaba seguro de que le costaría la vida sacar el aroma de sus prendas, pero eso era lo de menos en esa situación.

El Omega abrió levemente la boca y sonrió, saco su lengua y lamió su pulgar, que por instinto había seguido el juego del chico. No quería dejarse llevar a otro extremo, y la imagen que le regalaba el Omega le hacía replanteárselo. Sacó su mano y volvió a enfocarse en la idea de que realmente quería besarlo.

Desde que lo vio en la pista de baile, vestido así, tan único, con aquella cara de inocente que ocultaba verdades, en realidad, y la mayoría de ellas, tan impuras como el infierno mismo.

-Si tantas ganas tienes, déjate de jodidas vueltas y hazlo, mi querido sexy chófer -Harry mantenía una voz pacífica, impaciente.

-Aquí no soy tu chófer, joven Harry.

-Entonces ¿qué serias?

-No lo sé, y...

Dejo esas palabras al aire y no perdió más tiempo en juegos, acercó su boca a la de Harry y susurró una última frase ante de sumergirse en aquellos rosados labios:

-Sé que no es tu primer beso, pero te lo prometo, sentirás que si lo es.

Rozar los labios de Harry fue como iniciar una hermosa batalla, una que disfrutaba. Era ver quien dominaba, quien quería más lo que estaba pasando. Era que la constante búsqueda de Harry de ser quien tomaba el mando de la situación fuera frenada por la suya, que con tramposas caricias desarmara totalmente esa idea, junto a sonrisas en medio del beso, para luego profundizarlo más, hasta el punto sin retorno, de tener que separarse por falta de oxígeno, mirarse una vez más a los ojos y volver a hacer lo mismo una y otra vez, como un bucle que jamás se consumiría.

Hasta que finalmente lo hizo, ambos agitados, con sonrisas tontas en el rostro, como si hubieran hecho una travesura, se miraban como si los ojos del otro se tratasen de un imán.

Más, quieres más, esto no es suficiente.

-Debo volver adentro, tengo que llevar a Emma a casa, joven Harry -había decidido ignorar a aquel susurró de su alfa en su conciencia-. Espero que esto haya mejorado tu humor.

-¿Te vas? ¿Luego de besarme de esta forma? -susurró Harry, cerrando los ojos y dejando caer su cabeza, apoyándola en su pecho-; Serás un hijo de puta, Jett Parker, ¿serás tan cruel de hacerme esto?

-No soy cruel, pero mis intenciones deben quedarse en eso, y lo sabes.

-Supongo que es comprensible -la voz de Harry reflejaba resignación-. No siempre podrás librarte de mí, no si me besas así.

Un alfa sin suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora