CAPITULO 30

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AMARA

La semana ha pasado demasiado rápido para mi gusto, tampoco ayuda que tenga a dos niños preguntando a cada nada si conozco a sus abuelos. Steven y Sara han sido de mucha ayuda calmándolos al contarles cosas de sus padres y traer fotos de ellos para irse familiarizando.

Hoy por fin es el gran día en que conoceré a los señores Colleman, y siento que en cualquier momento me voy a desmayar por los nervios.

Liam y Abi se encuentran en la sala con su padre mientras yo me terminó de arreglar. Mi vista se dirige al espejo dejándome ver el vestido rojo de tirantes, que resalta cada parte de mi cuerpo, mi cabello lo opte por dejarlo suelto haciendo pequeñas ondas en el, termino por aplicar un poco de brillo en los labios.

Antes de poder salir la puerta es abierta dejandome a ver a Abi con su vestido azul y un chongo como peinado. Su boquita se abre al verme y aplaude emocionada.

–Mami, te ves muy linda– sonrió indicándole que se acerque.

–Tu también te vez muy hermosa– sonríe antes de bajar la vista hacia sus manos.

–¿Que sucede Abi?– mencionó sentandome en la orilla de la cama acercándola a mi haciendo que sus ojitos me miren.

–Estoy muy nerviosa mamá, ¿y si ellos no nos quieren?, papá dijo que no saben de nosotros–

–Es cierto, sus abuelos no saben de su existencia, así como su padre tampoco lo sabía, y ahora el los quiere mucho no es así?– la veo asentir levemente.

–Es cierto papá nos quiere mucho, entonces ellos también nos van a querer mucho, verdad mamá?– sonrió y antes de responder la voz de Steven me hace voltear verlo.

–Ellos los van a adorar, estarán muy sorprendidos al principio, pero se que los van a querer mucho, no tienes de que preocuparte princesa– Abi sonríe antes de salir corriendo hacia la sala.

Suspiro antes de ponerme de pie quedando frente al papá de mis hijos.

Lleva un traje negro con una camisa blanca y una corbata del color de mi vestido, una sonrisa coqueta aparece en su rostro y aparto mis vista de el con las mejillas rojas.

–Te vez hermosa, ese color te queda de maravilla– sonrió acercándome a el dejando mis brazos al rededor de su cuello.

–Gracias, tu también te vez muy guapo– sonríe antes de acercarme a el dejando un sueve beso en mis labios.

–Ya nos tenemos que ir o soy capaz de no dejarte salir y quitarte ese vestido– muerdo mi labio y su agarre en mi cintura se intensifica.

La puerta vuelve a ser abierta por segunda vez dejándome ver a Abi y Liam.

–Ya nos vamos, llegaremos tarde con los abuelos– menciona Liam cruzando sus brazos.

–Ya vamos, papá solo vino ayudarme– asiente convencido tomando de la mano a su hermana y salir corriendo.

–Ahora si hay que irnos o volverán por nosotros– asiento tomando su mano para salir de la habitación.

Ya en la sala encontramos a los niños sentados en el sillón y al vernos ambos caminan hacia nosotros tomando nuestras manos.

Salimos del departamento los cuatro, y al llegar al estacionamiento ambos se suben al carro poniéndose los cinturones.

El camino hacia la casa de los papás de Steven es divertido con Liam y Abi cantando y bailando con cada canción que suena haciéndonos reír.

Mis nervios incrementan al ver la entrada de la casa y los autos estacionados.

–¿Estan listos?– pregunta Steven a mi lado haciendo que lo mire.

–Si–

–No– los tres me miran como si hubiera dicho algo malo y sonrió nerviosa.

–Mamá, todo estará bien, los abuelos nos van a querer mucho recuerdas– asiento levemente mirando hacia otro lado.

Siento que alguien toma mi mano y sonrió al saber de quién se trata, sus ojos se encuentran con los míos relajándome una sonrisa.

–Estare contigo en todo momento– suspiro sientiendome un poco más tranquila.

Salimos del carro logrando que las personas nos miren sorprendidos, Abi toma mi mano y Liam va con su padre sonriendo a cada persona que ve.

Una vez dentro de la casa las miradas no se hacen esperar haciendo que Abi se esconda detrás de mi, Steven de vez en cuando voltea a vernos y sonrió haciéndole ver qué todo está bien.

La voz de una mujer nos hace detenernos y solo rezó que no se su mamá, aún no estoy lista para verla.

–Steven, hijo, no te había visto ¿Como has estado?– volteo encontrandome a una mujer de cabello castaño y ojos verdes tendría unos 45 años aproximadamente.

–Hola tía, el trabajo me ha mantenido ocupado, pero todo ha estado bien– responde y me permito relajarme.

–Me da gusto, tus padres están por allá– sus ojos caen sobre mi sonriéndome. –Y está hermosa mujer quien es?.

–Ella es Amara mi novia y ellos son Abi y Liam mis hijos– sonrió al ver cómo sus ojos se abren con sorpresa y baja vista mirando a los dos pequeños que se habían escondido.

–Como que tus hijos? Porque no sabíamos– menciona aún sorprendida.

–Es una larga historia tía, pero ahorita me gustaría que mis padres los conozcan primero– la señora asiente lentamente antes de retirarse
–Si así de sorprendida quedo tu tía no me quiero imaginar como lo estarán tu padres– menciono después de un rato con una sonrisa.

–Ni me lo menciones, crei que seria mas fácil, solo espero que no vaya a decirles nada todavia–

–No lo creo, esta muy sorprendida como para poder decir algo, así qu tenemos tiempo antes de que les diga algo a tus papás– asiente levemente antes de comenzar a camnar.

A lo lejos veo a Sara que sonríe al vernos, la veo acercarse a nosotros haciendo que Abi y Liam corran hacia ella.

–Por un momento crei que no vendrían, mamá solo esta esperando a que llegues para servir la comida– Steven asiente y con ella comenzamos a caminar hacia donde se encuentran sus padres.

Steven se adelanta dejándome con su hermana y los niños que se esconden detrás de nosotras esperando a su padre.

Después de unos minutos donde el platica con sus padres me hace una seña para que me acerque, sara avanza a mi ritmo con los pequeños aun atrás de nosotras.

–Mama, Papa, ella es Amara mi novia– sonrio hacia ellos y la señora no duda en acercarse y darme un abrazo.

–Un gusto conocerte Amara, soy Sofia Colleman y el es mi esposo Adam, me alegra que hayas podido venir–

–Mucho gusto señora Sofia y bueno, Steven estaba muy emocionado con la idea de poder conocerlos y así que aquí estamos–

–Nada de señora, solo dime Sofia, y ya que estamos todos, que les parece si pasamos a cenar de una vez– miro a Steven sin saber que hacer.

–Bueno mamá, aún queda otra sorpresa, ¿la última vez que nos vimos dijiste que querías ser abuela lo recuerdas? – Sofia asiente sin dejar de verme o mejor dicho sin dejar de ver mi vientre.

–¿Estas embarazada cariño?– sonrio negando lentamente.

–No madre, no esta embrazada. Mamá te presento a Liam y Abigail Colleman, mis hijos– ambos niños corren hacia el tomando su mano y mirando hacia sus abuelos que se encuentran sorprendidos.

Una sonrisa aparece en mis labios al mirar como los presume porque si, ellos son Liam y Abigail Colleman.

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El Regalo De Una Noche (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora