Ensoñaciónꨄ

Capitulo 17

Ya en el colegio, nos encontramos copiando unos textos del libro de literatura los cuales se tratan de saber la diferencia entre: La literatura Griega y Literatura Latina, mientras la señorita James corrige nuestros trabajos.

Al escuchar el timbre, guardamos nuestros cuadernos para salir del salón de clases.

—Mack, Patricio, ¿pueden venir un momento? —nos dice, la señorita Janes, antes de que logremos salir.

—¿Hay algún problema con nuestro trabajo? —le pregunto.

—Para nada, al contrario, los quiero felicitar por el buen trabajo que han elaborado. Hacen un buen equipó y ante esto tienen un diez —nos dice mientras me pasa el trabajo elaborado con la calificación más alta marcada en él.

—Muchas gracias —digo.

—Hasta que sirves para algo —me dice, Patricio en voz baja, cuando nos encontramos un poco alejados de la señorita Janes.

—¿Y tú, para qué se supone que sirvas? —le pregunto antes de seguir avanzando para salir del salón.

Ante su silencio y la manera terrible en la que me mira, le de devuelvo la misma mirada, pero con una gran cara de  desagrado. Ante esta situación, decido seguí mi paso, pero antes de seguir continuando, caigo bruscamente al suelo, siendo sus pies mi única visión.

—¡Mack!, ¿Te encuentras bien? —pregunta, la señorita James mientras se levanta de su escritorio y se dirige a mí con gran prisa.

—¿Está bien, Mack, te hiciste daño? —pregunta, Patricio, ante esto, haciéndose el preocupado, mientras mantiene una sonrisa entre sus labios.

—Sí, estoy bien. Solo tropecé, ya sabe, errores que se interponen en el camino —digo mientras le hecho una mala mirada a Patricio.

—Bueno, para la próxima ten más cuidado, te puedes hacer daño —dijo la señorita James mientras me ayudaba a levantar–.

—Sí, Mack, para la próxima ten más cuidado porque te puede pasar algo peor —dice, Patricio mientras me observa con una mirada amenazante.

—Bueno, ya estoy bien. Me tengo que ir —le digo a ala señorita Janes, antes de salir del salon. 

—Eso fue otro escarmiento para que no te vuelvas a meter conmigo —me dice, Patricio al momento de salir del salón.

Idiota, pero esto no se quedará así —pienso.

ꨄꨄꨄꨄꨄ.

Antes de ir a la última práctica del equipo de porristas, {esto debido a que hoy es nuestra primera competición}me dirijo a los vestidores para ponerme el uniforme.

Al llegar, me encuentro con Jane sentada, con la cabeza agachada, sujetando sus pompones. Me siento un poco mal por ella y en cierto punto Madeline tenía razón, pero eso no justifica sus acciones.

—¿Puedo pasar? —pregunto.

—Ya estás adentro —responde.

—Jane, me gustaría hablar contigo de lo qué pasó la otra vez.

—¿Qué quieres? —pregunta a la defensiva.

—Fue una inmadurez pelear por algo estupido, ambas queremos lo mejor para el equipo, y bueno, muy en el fondo no fue mi intención hacerte sentir mal —suelto.

Algo que siempre me ha costado bastante es pedir perdón y no lo digo por el hecho de no querer admitir mis errores porque al contrario, eso es algo que me hace una persona más madura y responsable. Solo es que en cierto puente soy una persona con ego muy alto y eso es algo que muchas veces me lo impide.