Ensoñaciónꨄ

Capitulo 37

Al despertar y encontrar a Patricio aún dormido, decido entrar al jacuzzi a relajarme un momento.

Mientras estoy un buen rato distraída, dentro de él, siento la presencia de Patricio aparecer con el cabello alborotado, una toalla blanca atada en su cintura y en sus manos una tasa de café, de la cual me ofrece. 

—¿Y si entras? —pregunto al momento de mantener el café en mis manos.

Ante mi pregunta, la respuesta que me hace es quitándose la toalla, dejando expuesta su gran verga la cual se encuentra algo levantada.

Mientras se acerca a mí, acariciándosela, le doy un espacio a mi lado para luego colocarme sobre él, con la tasa de café en manos.

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Antes de volver a la Villa, hacemos una parada en la farmacia más cercana, donde, Patricio se desmonta a comprar pastillas y algunos preservativos.

—¿Me pasas el agua? —pregunto mientras él toma la botella.

—Aquí tienes.

Al regresar a la Villa, nos encontramos con todos los chicos. Después de que hemos comido algo decidimos ir a pasar el día en la playa.

—¿Y? ¿Qué tal estuvo la noche? —me pregunta, Madeline mientras estoy sonrojada.

—¡Madeline!

—Espera, ¿ya no eres Virgen? —pregunta, Hailey.

—Creo que hay que organizarle una fiesta de adiós virginidad a alguien —dice, Mónica.

—Ni se les ocurra —digo.

—¿Qué le hagamos algo dice? —dice, Mónica.

—¡Mónica! —exclamo. 

—Ok, ok, pero déjanos al menos prepararte un pastel para que te des cuenta que tus amigas están tanto como en los peores y mejores momentos —propone.

—Está bien.

Al salir de los probadores, nos encontramos con Tyler y Milos, quienes sostienen tablas de surfers para entrar al mar.

—¿Donde las consiguieron? —pregunta, Mónica.

—En aquella caseta —responde, Tyler.

Mientras, Mónica se encuentra surfeando con Milos y Tyler., Hailey, Jaden y Jane, están tirados en las camillas, mientras que Madeline y yo, nos encontramos detrás de Patricio y Jackson, quienes manejan yeski.

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Tras ver el menú de restaurante al cual nos dirigimos horas más tardes, decido pedir camarones con tostones, algo riquísimo que

—prueba esto —le digo a Patricio mientras le paso la cuchara con algo de mi plato.

—No sabe nada mal —dice mientras lo come.

—Egg, Tyler deja de echar las espinas de tu pescado en mi plato, para eso tienes el tuyo —dice, Mónica con asco.

—Ay, pero no te enojes, Mónic —le dice él.