Capitulo 29

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—Muy bien, clase, eso fue todo por hoy —dice la señorita James luego, al momento del timbre sonar.

—Oye, ¿me puedes acompañar más tarde a devolver unos libros a la biblioteca? —le pregunto a Patricio.

—Claro —dice antes de darme un beso en los labios.

ꨄꨄꨄꨄꨄ.

—Muy bien, chicas, ya tenemos completada la coreografía con la que nos vamos a presentar en la siguiente competición, solo hay que seguir practicando para mejorar la técnica —aviso.

—¿Ya agregaron el paso de baile que nos hace falta? —pregunta una de las chicas. 

—Sí, ya tenemos todo listo.

—¿Nos pueden mostrar? —pregunta una de las chicas.

Le hice una seña a Jane para que colocara la música y ante esto hagamos la coreografía completa con el nuevo paso.

Ella empieza a bailar su parte de la coreografía, después, yo le sigo, logrando mantén el mismo ritmo.

Cuando llega mi parte de la coreografía, soltamos los pompones y empezamos a bailar sin ellos, lograron que nuestros movimientos se sincronicen, viéndose sensuales y llamativos.

ꨄꨄꨄꨄꨄ.

—¡Deja de hacer eso! —le digo a Patricio mientras, él me empieza a mover la escalera de la biblioteca, para asustarme.

—Pero si no estoy haciendo nada —dice con una sonrisa traviesa.

—¿Recuerdas aquella vez que me resbalé? Si me vuelve a pasar lo mismo, te mato.

—Ay no, que miedo.

Luego de colocar los libros en sus lugares, bajo de la escalera y lo miro directamente a los ojos.

—¿Qué fue lo que acabaste de decir? —pregunto al momento en que lo tengo enfrente.

—Que eres una maldita patética mojigata —responde antes de darme un beso.

—¿Disculpen? —nos dice la encargada de la biblioteca, llamándonos la atención, al momento de vernos basándonos.

—Ohhh, lo siento —digo un poco apenada.

—Eres una estupida, Mack —me dice, Patricio entre risas antes de volverme a besar.

Mientras salimos de la cafetería, me empiezo a reír por el mal momento que hemos pasado, de pronto, escuchamos a una chica gritar el nombre de Patricio, mientras se dirige a nosotros.

—¡Patricio! —chilla al momento de tenerlo enfrente.

No otra vez —pienso.

—Oh, Dios, ¿me puedo tomar una foto contigo? —le pregunta ansiosa.

—Sí, claro —responde él con una estupida sonrisa.

—¿Será que puedes...

—Sí, si, puedo —digo interrumpiendo a la chica antes de que terminara de hablar.

—Gracias —dice con una amplia sonrisa, mientras me pasa su teléfono.

—¿Me imagino que sabes como tomar...

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