3- Ella solo lo esquivó

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Durante las primeras tres clases del miércoles todo va bien, presto atención a lo que los profesores dicen, aunque no entienda media mierda.

El problema llega en la ultima clase, cuando nos toca ver historia.

La primera hora me la paso tomando nota para no aburrirme mucho, pero no sé en que momento, de la última media hora de clase, decido recostarme un rato en mi mesa y termino durmiéndome.

Escucho que Jacob le dice algo a la profesora sobre que me dolía la cabeza y ella, muy amable, le responde que ojala me recupere y se va sin quejarse.

Escucho pasos y la puerta del salón cerrarse, yo me remuevo, pero sigo con mi cara entre mis brazos cruzados.

Una mano mueve la capucha de mi cabeza.

—Amber...—Jacob acaricia mi espalda, no me muevo, sigo haciéndome la dormida solo para molestarlo—Amber, despierta—me mueve y resopla al no obtener nada de mi—¿Qué?—entreabro un poco un ojo para ver que me da la espalda mientras habla con alguien, vuelvo a cerrarlo cuando se vuelve hacia mi—Amber, enserio despierta, tu entrenador te está buscando, dijo algo sobre regresarle a Chad el puesto de capitán.

Abro los ojos de golpe y trato de levantarme, pero mis pies se enredan, tropiezo con mi silla y termino en el suelo con la silla encima.

Gruño al ver a Jacob y Chad riéndose a carcajadas desde sus asientos, empujo la silla poniéndome de pie.

—Con ese control de tus pies no me sorprende que te creyeras lo del cambio—se burla Chad sentado sobre su mesa—te dije que reaccionaría con eso—se dirige a Jacob-.

—No quería ser cruel, pero ver esa reacción hizo que valiera la pena—guinda la mochila en su hombro y se para al lado del rubio—muévete, muero de hambre.

—No jueguen con eso, por dios—les reprocho acomodando mi silla en su lugar y metiendo mis cosas sin cuidado en la mochila—ya el equipo sufrió lo suficiente con el capitán que tenían—sonrío maliciosa al ver la expresión ofendida de Chad-.

—Serás desgraciada—me encojo de hombros, Jacob sigue riendo—y tu deja de reír que no tiene gracia—lo golpea en el hombro-.

—Si la tiene—sigue riendo mientras soba su hombro—no entiendo que tanta importancia tiene eso de ser capitán de un equipo.

—No lo entenderías, no es lo mismo ser capitán de futbol que de unas sirenas—salgo del salón con ellos a mis costados, siguiéndome, Jacob me empuja y yo río—bromeo.

—El capitán normalmente tiene la función de resolver los problemas que se puedan presentar en el equipo, si hay rivalidad entre los miembros no sirve el equipo, por eso el capitán se encarga de mantener el orden—explica Chad-.

—¿Y pusieron de capitana a la chica que llegó el primer día discutiendo por un par de asientos?

—Porque... además de "mantener la paz" —hago las comillas—el capitán también debe organizar jugadas, entrenamientos y partidos con el entrenador, no solo ser amigable del equipo—veo de reojo a Chad, este hace una mueca divertida—debo saber como juega cada uno para poder ubicarlos bien en el campo y ver como reforzar sus debilidades—termino cuando nos detenemos frente a las puertas de la cafetería—solo eso—muevo las manos restándole importancia, ellos ríen-.

—¿Y si tienes tantas responsabilidad porque te postulaste a capitana?

Ni siquiera finjo pensármelo.

—Porque soy la mejor y no acepto menos que eso—respondo con obviedad, Chad menea la cabeza blanqueando los ojos—¿miento?

—No dije nada—los tres tomamos bandejas y nos ponemos en la fila para coger comida—¿comes con nosotros?—señala la mesa con todos los chicos del equipo-.

SheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora