24- Es una mierda encariñarse ·

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Amber:

Me muevo buscando la sabana aún con los ojos cerrados, pero un par de extremidades me mantienen en mi lugar limitando mis movimientos.

Froto mis ojos abriéndolos para ver el techo rosa, giro mi cabeza viendo a June a mi lado que se aferra mi costado derecho como si fuera una almohada, un ronquido me hace girar la cabeza para ver a Cameron dormir boca abajo con la mejilla fundida a la almohada mientras la babea, su brazo estirado sobre mi abdomen.

Despego sus extremidades de mi cuerpo levantándome con cautela para no despertarlos, me deslizo fuera de la cama y cojo mi teléfono para salir en silencio de la alcoba. Me lavo la cara en el baño de la planta baja, veo mi reflejo con la cara hinchada.

Soy un desastre, pero me siento bien.

Salgo a la sala viendo a las escaleras.

¿A qué hora se despertarán?

Mis ojos van a las puertas corredizas que dan al patio trasero, las abro impresionándome al ver lo grande del patio. Camino acercándome a la valla viendo el cielo, poco a poco va amaneciendo.

Tomo aire abrazándome por el leve frio que hace, veo el teléfono en mi mano, lo enciendo luego de dudar un rato, la pantalla no tarde en llenarse de llamadas perdidas de números marcados con una X mayúscula.

Debería cambiar de número.

Entro en los contactos buscando un nombre, presiono el botón para llamarle y pongo el teléfono en mi oído escuchando el tono.

Dejo mis ojos en las nubes mientras espero a que caiga la contestadora.

El numero al que marco no está disponible, deje su mensaje después de la señal...

—Hey—carraspeo cuando mi voz sale rasposa—sé que llevo mucho sin hablarte, lo siento por eso, yo... solo quería decirte que estoy bien, sé que te preocupas mucho por mí, también lo siento por eso, pero tranquila, estoy bien ahora, eso creo—rasco mi nuca—conocía a una chica que me recuerda mucho a ti—veo la ventana de su cuarto sobre mi hombro, sonrío—no te preocupes esta vez no me voy a enamorar, tu sigues siendo mi única chica, Mel, también conocí a varios chicos, te caerían muy bien, créeme, incluso me han visto llorar—río por lo bajo—que vergüenza, pero nada, solo era para decirte eso—suspiro, veo como el color del cielo va cambiando a medida que el sol sale—te quiero, ¿okey? Y te extrañ...

El pitido me corta indicando que terminó de grabar el mensaje de voz.

Suspiro dejando caer mi brazo.

Sigo viendo el cielo hasta que el sonido de la puerta corrediza me hace voltear, Cameron me sonríe de lado desde la puerta, inclina la cabeza indicando que entre, asiento y se va desapareciendo en la cocina.

Veo el cielo una última vez y entro siguiéndolo a la cocina.

—Buenos días—June bosteza sacando tres tazas de la despensa, Cameron saca la cafetera y sirve café en las tazas-.

—Buenos días—me siento en la barra, ella me da una taza—gracias.

—Las mañanas no son su mejor momento—Cameron se sienta palmeando la cabeza de su novia con cariño, June voltea los ojos sorprendiéndome—necesita su café—explica riendo-.

—Claro, los dos son gruñones todo el día, pero justo en las mañanas no—resopla viéndonos, Cameron y yo nos encogemos de hombros-.

—¿Quieren que haga panquecas?, es lo único que sé hacer de desayuno—sugiero, June asiente sonriente mientras Cameron pide que le haga cuatro-.

SheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora