Amber
—Esa cafetería es una mierda—Henry se queja de la sugerencia de Austin para desayunar-.
—Claro que no.
—Solo te gusta ir por el chico que atiende a esta hora—lo acusa, Austin voltea los ojos-.
—No lo negaré.
—Mejor vamos a Deny's, tienen buen café, ¿les parece?—algunos asienten—¿ustedes?—nos apunta a June y a mi-.
—Me da igual con tal de comer—admito volviendo a recostarme en el suelo-.
—Yo no puedo ir—dice June—debo ir a casa, le dije a mi padre que iría a estudiar con unas amigas ayer en la noche, debía llegar temprano a casa y ya van a ser las cuatro de la tarde—confiesa con preocupación sin apartar la mirada del teléfono-.
—¿Te llamó?, capaz no se ha dado cuenta—digo con calma, ella me muestra la pantalla de su teléfono con 43 llamadas perdidas y 15 mensajes de su padre—que intenso.
—Debería irme ya, me va a castigar.
—Si te va a regañar por llegar tarde mejor tomate tu tiempo en volver—ella me ve analizando mis palabras—igual te va a castigar, ¿no?
—Supongo que tienes razón—murmura dándole un último vistazo a su teléfono, como si fuera una especie de animal salvaje que le saltará encima en cualquier momento—dios, me va a matar.
—No te va a matar si llegas con la amiga con la que fuiste a estudiar—comenta Chad-.
—Complicado, las chicas ni siquiera saben que salí anoche, les dije que me quedaría en casa—frota su frente—como se enteren de que salí sin ellas se enojarán.
—No me refería a ellas.
Se hace un extraño silencio, lo único que escucho es mi exhalación para botar el humo del cigarro.
Arrugo el ceño cuando el silencio se extiende mucho tiempo, giro la cabeza para dejar de ver el cielo y fijarme en los chicos.
Todos me miran.
—¿Qué? —aplasto el cigarro en el vaso—no—niego apenas caigo en cuenta-.
—Amber...
—Ni loca.
—Por favor—alarga entrelazando sus manos frente a ella a modo de súplica-.
Suspiro resignada, acepto y June aplaude antes de tirarse sobre mi para abrazarme.
Recogemos nuestras cosas y nos vamos caminando a la cafetería porque todos dejaron sus autos en el estacionamiento del bar. Andaban muy tomados para conducir sin matar a nadie en el intento.
Todos llenaron sus platos hasta arriba y cada uno se concentró en devorar su comida en silencio.
Es bueno saber que no soy la única con un hambre bestial.
Entre comentarios, sobre lo que pasó la noche anterior, y risas nos tomamos el café que todos necesitábamos para volver a ser seres humanos luego de la resaca.
Cada un paga su parte y nos despedimos en la salida de los chicos, ellos van al bar a por sus autos y nosotras cogemos un taxi para mi casa.
—¿Me prestas un camisa, por fa?, la mía tiene una macha de lo que espero sea cerveza—pregunta cuando sale de mi baño, yo estoy sentada en el suelo cambiándome los zapatos-.
—Claro, coge la que quieras—le señalo el armario-.
Me cruzo de piernas viéndola hurgar entre mis prendas y decido ponerme de pie para ir al baño a cepillarme los dientes.
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She
Fiksi RemajaCierro mis ojos con fuerza haciéndome ovillo junto al inodoro y escucho como abren las puertas de los otros cubículos. -Se habrá ido-la voz de Lion me hace retroceder con miedo hasta que mi espalda da con la pared-no creo que sea tan idiota como par...