11- A ver, manda foto ·

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Amber:

—Te dije que no, ya déjame en paz.

Dejo el teléfono entre mi oreja y mi hombro para poder agarrar el mango de la ventana que se atoró y bajarla con fuerza para cerrarla. Ya estamos en los últimos días fríos de invierno, pero igual no puedo dejar la ventana abierta por mucho tiempo sin empezar a estornudar.

No me gusta admitirlo, pero soy muy sensible al frío.

Los entrenamientos en invierno se me hacen insoportables, aunque usemos ropa térmica. Mis ánimos en invierno siempre son los peores, puede que sea malhumorada todo el tiempo, pero en invierno... uff, no me soporto ni yo.

Lo bueno es que ya es marzo, falta poco para que el frío fuerte termine de irse y al fin podré dejar de usar tantas capas de ropa.

Marzo.

Ya pasó un mes desde que empezaron las clases y aunque las cosas han fluido con más naturalidad de la que esperaba, no veo la hora de que sean vacaciones de verano.

—Amber, por favor— alarga hasta quedarse sin aliento al otro lado de la línea—sabes que no te lo pediría si no fuera necesario.

—Lo mismo dijiste cuando me suplicaste que fingiera ser tu novia para conseguir ese descuento de 2x1 por San Valentín en una heladería.

—Y conseguimos dos tinas extra grandes con tres sabores por el precio de una tina mediana, ¿de qué te quejas?, amas el helado tanto como el fútbol.

No lo negaré.

—¿Esta vez hay comida implicada?

—No...

—Entonces olvídalo.

—¡Amber, por favor!—resoplo—sabes que no tengo a más nadie a quien pueda pedirle algo así.

—¿No se lo puedes pedir a alguna de las chicas con las que te acuestas?

—¿Qué estoy haciendo?—río mandándolo al diablo—bromeo, peque, no confío en ellas como en ti, tú eres más que un revolcón para mí, lo sabes.

—Si te vas a poner sentimental corto la llamada.

—Lo que quiero decir... —bufa fastidiado por mi falta de dulzura—es que no tengo muchas amigas mujeres, por no decir ninguna, aparte de ti.

—Tengo que hacer deberes, Ryan.

—Solo serán unos minutos, una hora a lo mucho.

—¿Planeas convencer a la chica intensa con la que te acostaste, y que no te deja en paz, de que tienes pareja en una hora?

—Tú lo dijiste, es intensa, no soportará ni media hora.

—Suenas muy seguro.

—Lo estoy—hace un silencio—pero... necesito que actúes realmente empalagosa.

—Puedo hacer eso.

—Enserio, Am, no solo agarrarnos de la mano y abrazarnos, eso es juego de niños.

—¿Qué?, ¿quieres que tengamos sexo frente a ella?

—No, ridícula, me refiero a pruebas de afecto que demuestren algo más que una relación física.

—Es decir...

—Mmm... ¿viste la película "Diario de una pasión"?

—¿Acaso no conoces a mi hermano?, claro que la vi—me dejo caer en mi cama de espaldas—¿acaso quieres que me tire a tus brazos para darme vueltas en el aire y terminar con un beso de lengua?, ¿en serio?

SheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora