V de Venganza

Capítulo 12

POV Poché

Sábado 28 de mayo

Me desperté con la luz del sol dándome en la cara, me asusté porque no estaba en mi habitación, no tenía pantalones, pero sí la misma camiseta de ayer. Sabía donde estaba, sé que es la habitación de Daniela, pero ¿Qué mierda hacía yo aquí? Sólo recordaba que había subido a su coche y después nada más. En ese momento escuché la puerta del baño abrirse dejándome ver a Daniela envuelta en una toalla.

Daniela: Perdón ¿Te desperté?

Poché: ¿Qué hago aquí? ¿Dónde están mis pantalones? ¿Y mi teléfono?

Le grité y le hablé tan rápido que vi como su cara se volvía molesta.

Daniela: ¡Relájate quieres! – gritó acercándose a mí-

Por acto reflejo me tapé más con las sábanas y me hice un poco más atrás. Ella dejó de caminar hacia mí y sólo me miró con rabia.

Daniela: No te he hecho nada – suspiró – Anoche estabas muy dormida y te traje aquí sólo eso, te quité el pantalón y te metí en la cama.

Volvió a caminar más despacio hacia mí y abrió el cajón de la mesita de noche que tenía al lado sacando mi teléfono.

Daniela: Anoche Valeria tu compañera llamó y le dije que dormías aquí – dijo alejándose y caminando hacia el armario -

Poché: Lo siento – dije apenada –

Daniela: No importa – dijo cerrando la puerta del armario –

Mierda, siempre iba a ser así 1 paso adelante y 5 hacia atrás. Mi cabeza tenía una lucha interna con esta mujer, por un lado, me aterraba y por otro lado me sentía segura con ella, más segura de lo que he estado con nadie. Como si ella me pudiera proteger de todo, pero si es así ¿Por qué siempre pienso lo peor de ella? Me levanté hacia el baño, hice mis necesidades y me lavé un poco la cara. Salí y vi a Daniela sentada frente al espejo secándose el pelo, me acerqué a ella y esperé a que apagara el secador para hablar.

Daniela: Si te quieres duchar puedes tomar lo que necesites, tu pantalón está en el armario.

Poché: Lo siento – dije mirándola a los ojos a través del cristal –

Daniela: Ya te dije que no importa – iba a volver a encender el secador, pero la detuve –

Poché: Sí importa – me puse delante de ella y me senté en sus piernas – Lo siento – repetí – Tengo un poco de malas experiencias y siempre pienso lo peor de las personas, pero quiero confiar en ti – me abracé a ella y noté que ella me correspondió el abrazo –

Daniela: ¿Me las contarás?

Poché: ¿El qué? – pregunté desconcertada –

Daniela: Tus malas experiencias

Poché: No – dije rápidamente –

Daniela: ¿Por qué? – se apartó un poco y me miró a los ojos –

Poché: Porque me da un poco de vergüenza – dije en voz baja –

Daniela: Entonces cómo puedo hacer que confíes en mí si no me dices las cosas que hicieron mal otras personas.

Poché: Cada uno tiene que actuar según piense, si yo te digo cómo hacer algo ya te estoy condicionando y no quiero eso, creo que todo se puede dialogar entre dos personas, tú me puedes lastimar igual que yo a ti.