Capítulo 24

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POV Poché

Jueves 21 de julio

No había dormido nada en toda la noche, Valery había sido despedida de su trabajo y me había mandado un mensaje para que vaya a casa, estaba muy triste y no dejó de llorar en toda la noche. Ahora le estaba preparando un té, ya eran las 6 de la mañana y en poco tiempo Daniela me pasaría a buscar. Me acerqué a ella y le hice mimitos en la cabeza para que se incorporara.

Poché: Toma bebé – ella se sentó y sujetó la taza –

Valery: ¿Qué haré ahora? – dijo volviendo a llorar – Nadie me va a contratar con 6 meses de embarazo

Poché: Escúchame yo estoy ganando dinero bien y estaremos bien, no te angusties no es bueno.

Valery: No quiero ser tu lastre Poché

Poché: No digas eso, no lo eres

Valery: ¿Puedo pedirte un favor?

Poché: Si bebé

Valery: Quiero trabajar donde Mike yo – la corté –

Poché: No

Valery: Escúchame – me intenté ir pero me sujetó de las manos – Escúchame, necesito trabajar.

Poché: ¡No lo necesitas y menos con 6 meses de embarazo en un bar de borrachos!

Valery: Poché mírame – me sujetó la cara – me cuidaré y Ana y Mike me cuidarán.

Poché: Es que no veo la necesidad – suspiré –

Valery: O es ahí o – me miró desafiante – ya sabes donde iré a pedir trabajo.

Poché: Estás loca... Está bien te daré mi puesto, hoy hablaremos con Mike cuando vuelva de trabajar, ¿Está bien?

Valery:– dijo feliz – Gracias – me abrazó – Me portaré bien lo prometo

Poché: Con Ana no te quedará otra opción – sonreí –

Desayunamos juntas y nos sentamos en el sillón a ver una película. Al poco tiempo Val se quedó dormida y mi teléfono sonó dándome a entender que Daniela estaba abajo. Me vestí lo más rápido que pude y bajé.

Al subir al coche le di los buenos días, pero ella estaba un poco fría, es decir más de lo normal. En el camino no hablamos de nada y al llegar ella simplemente se encerró en su despacho, me parecía increíble como la fábrica había quedado intacta después del destrozo que yo había presenciado. Me senté en el escritorio y empecé a rellenar informes, albaranes y comprobar la salida de los camiones.

A media mañana llegó un chico de correos quien me entregó una invitación para Daniela de una comida que se celebraría ese mismo día de uno de nuestros clientes importantes. Toqué la puerta y entré a su despacho.

Daniela: ¿Si?

Poché: Te ha llegado una invitación a una comida para hoy

Daniela: ¿Con quién? – dijo sin levantar la vista de su escritorio –

Poché: Con los Hills – dije mirando la etiqueta del sobre – son nuestros mejores clientes

Daniela: ¿A qué hora? – dijo esta vez mirándome –

Poché: En un par de horas

Daniela: ¿Dónde?

Poché: En un cortijo a unos 40km de aquí

V de VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora