Capítulo 49. Todo lo que tú me pidas.

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C A P Í T U L O 4 9.

SKYLAR BANNERMAN

Los brazos de Daniel me sostienen con fuerza de la cintura mientras que yo pataleo, tratando de que me suelte, pero por más que me remuevo de un lado a otro él no lo hace. No sé siquiera de dónde saca tanta fuerza para detenerme si está borracho.

Miro a Dante pegarle un puñetazo en la cara a Alex y mi corazón palpita, mis manos tiemblan por el susto. Chillo removiéndome con más brusquedad y casi puedo sentir yo misma el dolor en mi cara.

¿POR QUÉ DEJAS QUE TE GOLPEEN, ALEX?

Raúl llega a mi lado para intentar tranquilizarme, sin embargo, no me voy a tranquilizar porque no quiero ver a Alex peleándose, solo quiero que deje a Dante para poder explicarle las cosas a solas.

Pareciera que Alex esperara el golpe porque reacciona rápido y se lo devuelve con más fuerza a Dante. La gente de la fiesta se atraviesa entre nosotros para ver con mayor claridad la pelea, así que cuando logro soltarme por un momento alcanzo a ver a Alex estampar a Dante contra la barda con fuerza y facilidad, proporcionándole otro golpe.

Mis sentidos activados me hacen darle codazos a quienes me estorban, y cuando logro sobresalir entre todos los que observan casi quiero sonreír victoriosa, pero los
brazos de Daniel me elevan del suelo cuando estoy por ir a intervenir.

—¡Quítate Daniel! —chillo con desesperación, removiéndome como si fuera un gusano que exige ser liberado.

—¡Déjalos que se peleen! —exclama, sin soltarme, haciendo que le clave los ojos en una mirada que si pudiera, lo taladraba.

—¿¡Cómo me pides eso!? —bramo, empujándolo por el pecho.

—Si alguien trata de besar a mi novia también querría darle una madriza y desquitar el coraje.

Aprieto los dientes, sintiendo los latidos de mi corazón agolpados tras mis orejas y volteo para ver la escena de la pelea, y es cuando esos ojos azules que me desarman hacen contacto con los míos, le ruego al instante con la mirada que se detenga, pero me arrepiento porque Dante aprovecha para empujarlo y volver a pegarle en el costado de la cara.

Hago una mueca de dolor al notarle un hilillo de sangre brotarle de su ojo y se me arremolina en el interior la impotencia y las ganas frustradas de llorar por no poder hacer nada.
Daniel con la ayuda de Raúl me sacan del medio de todo el bullicio de la gente y me impiden seguir mirando la pelea, tapándome la vista con sus cuerpos frente a mí.

—Tranquilízate, Skylar —me pide Raúl con paciencia, tomándome de los hombros para que no vaya a correr, mis oídos pitan y me paro de puntitas tratando de ver y localizar a Alex, no obstante, entre toda la gente no veo nada de lo que pasa.

Mis ojos se llenan de lágrimas por el miedo y trago el nudo que se acaba de formar en mi garganta.

—Por favor... —le ruego—. Ya sepáralos. Por favor, por favor.

Asiente con la cabeza sin soltarme de los hombros. —Christian ya lo hará.

—Skylar se merece a alguien mejor y tú lo sabes —escucho decir, y todos se quedan en silencio, para escuchar las palabras en medio de la pelea.

El corazón me da un salto.

—Pero ese alguien no lo serás tú, Dante, métetelo en la cabeza.

Una risa brota entre el silencio.
—¿Y tú sí? Si de seguro solo estás con ella porque te la coges o porque es tu puto capricho, porque sino supiste respetar tu primera relación dudo mucho que respetes a Skylar, ¿o que creías? ¿Que estando con Carrie no nos dábamos cuenta que te comías a Skylar con la mirada? No dudo que si llega otra también te interese y la dejes.

Quiero AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora