Capítulo Ocho: Correspondencia
La impaciencia puede conmigo.
Mis piernas de mueven de arriba abajo.
Mi corazón parece ir acompasado con mi respiración que es un desastre.
Y busco en mi mente una respuesta coherente al mensaje que recibí hace más o menos una hora, pero nada, nada tiene coherencia para mí.
—¡Ya volví! —Madi lanza un grito al sentarse a mi lado.
La volteo a ver con mi semblante todavía turbado por lo que mis pupilas absorbieron en aquellos mensajes.
—Necesito que nos vayamos ya —le digo y me pongo de pie.
—¿Todo bien?
Guardo mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón.
—En el camino te iré contando todo. —Le paso su mochila que se encuentra apoyada a un lado del puesto que ocupaba y ella se dispone a guardar algunas cosas en ella —. ¿Puedes acompañarme a la casa de Margareth? —Al notar la confusión de su rostro me apresuro a agregar: —Mi vecina.
Parece recordar a Margareth, ya que sus ojos se abren un poco más y asiente con la cabeza.
—Es una chica muy amigable. Te acompaño.
Madi ha visto a Margareth una o dos veces, puesto que mi vecina es una forastera que pocas veces se encuentra en su casa y además de que Madi es una chica que pocas personas son de su agrado total. Margareth por su parte le agradó desde la primera vez que la vio y eso me sorprendió. Sin embargo, esta vez la visita que le haremos será exclusivamente para que conteste a la carta de Seth Bach, eso podrá ayudarme a sacar muchas dudas de mi cabeza.
Madi se coloca la mochila de hombro para luego colocarse de pie y justa comenzamos a caminar hacia la salida de las gradas, tan pronto cruzamos el camino que nos lleva a la preparatoria rodeamos por fuera las instalaciones y salimos con dirección al estacionamiento en busca del coche de mi amiga, pero nuestros pasos son interrumpidos un llamado:
—¡Madi!
Ambas nos giramos, hallando el sudoroso rostro de Chad. Él aprieta el paso casi trotando con el objetivo de llegar más rápido a nuestra altura. Cuando miro hacia atrás de Chad me percato que un chico camina detrás de él, es el chico que me encontré en el despacho de la señorita Peterson, Adrián, creo que es su nombre.
Una vez Chad detiene su marcha delante de su novia le sostiene la cara con las manos y le da un corto beso en los labios.
—Lo siento por no haber podido verte en todo el día, tuve unos asuntos con mis padres —le explica en cuanto suelta su rostro.
Por como ella lo mira se puede deducir que su explicación no la convence del todo, aun así, le esboza una sonrisa.
—Entiendo —es lo que dice.
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Maravillosa Destrucción| Completa ✔️
Teen FictionSegunda parte de "Perfecta Destrucción" y último libro de la bilogía «Destrucción». "Yo no estaba preparada para él, y, en realidad, nadie podía estarlo, ninguna persona estaba preparada para experimentar algo como Hades Bach". •✦•┈┈┈┈┈┈•✦• ❀ •✦•┈┈...