|Doce|: Navaja

1.7K 338 104
                                    

Capítulo Doce: Navaja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo Doce: Navaja

Bajo la mano apretando el teléfono con todas mis fuerzas. Me desplomo en el último peldaño de la escalera y con todas las emociones arrasando en mi interior me abrazo a mis rodillas mientras las lágrimas vuelven a invadir mis ojos, me esfuerzo por no derramarlas, a pesar de eso ellas resbalan como si poseyeran vida propia. Un sollozo me hace vibrar y es aquí cuando entiendo que todo esto me está haciendo más daño de lo que imaginé, saber que esto puede terminar siendo una ilusión o una jodida broma no hace más que escocerme el alma.

Noto unos brazos envolviéndome, a causa de las gotas que obstaculizan mi vista no puedo distinguir quien es la persona que me abraza, pero me basta con escuchar su voz para que el dolor que alberga mi pecho disminuya.

—Tranquila, cariño.

Mamá me abraza con las mismas fuerzas que tuvo cuando nos dio la noticia que papá había muerto, se aferra a mi cuerpo como si eso dependiera su vida al mismo tiempo que frota su mano en mi espalda.

Acepto su abrazo, deslizando sus brazos por su cuerpo sin poder contener los sollozos y jadeos que rompen en mi boca. Mamá me ha visto tan cobarde en lo que va del último mes, me ha consolado más de lo que lo hizo cuando era una niña y yo no puedo estar más decepcionada de mí misma. Por mucho que quiera ser fuerte y no sucumbir ante la situación me es imposible no llorar por lo confuso que está siendo todo para mí.

«¿Hades está vivo?

¿Alguien quiere vengarse por su muerte?

¿De verdad él le gustaría verme sufrir de esta manera»

Las preguntas me bombardean una tras otra sin ninguna contemplación.

—No-no puedo —gimoteo contra mi madre —mamá...no puedo.

Al sentir como su pecho sube y baja a un ritmo más rápido me percato de que lágrimas ya se vierten de sus ojos. Soy tan consciente que al verme así ella se deja llevar por sus emociones y termina sufriendo por mí.

—Claro que puedes —masculla —eres una chica que puede con todo.

Quisiera confiar tanto en mí como lo hace ella, pero la verdad es que justo ahora no me siento capaz de poder con nada.

Lloro a lágrima viva por unos minutos que para mí se hacen eternos, es como si un grifo se ha roto y el agua no para de salir. Después de sentir que casi quedo sin fuerzas me enjuago el llanto para luego atreverme a alzar mi cabeza.

—Esto está venciéndome —admito, temblando en un sollozo.

Sus labios chocan con mi frente, casi llegando a la raíz de mi cabello.

—Ahora crees que es así, pero solo necesitas tiempo para que esto pasé. Date el tiempo de llorar, desahogarte y derrumbarte cuantas veces sea necesario, eso es parte del proceso.

Maravillosa Destrucción| Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora