Segunda parte de "Perfecta Destrucción" y último libro de la bilogía «Destrucción».
"Yo no estaba preparada para él, y, en realidad, nadie podía estarlo, ninguna persona estaba preparada para experimentar algo como Hades Bach".
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Capítulo Trece: Habitación
No podría explicar con palabras como he estado emocionalmente en los últimos días. Margareth no ha aparecido, su madre viajo desde otro estado para poner una denuncia y se han estado haciendo averiguaciones sobre lo que pudo pasarle. Y yo sigo pensando que Seth Bach debe estar involucrado en todo esto.
Por otra parte, los mensajes y llamadas extrañas no han vuelto a aparecer en la pantalla de mi teléfono, más sin embargo, mucha veces he sentido que alguien me espía desde la lejanía y esta situación me ha afectado más de lo que debería. Me he planteado la posibilidad de hablar con la policía sobre todo lo que ha estado ocurriendo con Amber, Kevin y yo, al pensarlo a fondo siempre termino deshaciéndome de esa idea por el simple hecho de la remota posibilidad de que Hades si esté vivo y acabe por provocar que no siga dejando pistas.
El chasquido de dedos delante de mi cara me hace despabilar.
—¡Charlotte! —la exasperada voz de Ethan me llama.
Muevo mi mirada a sus ojos verdes. Antes de emitir palabra trago saliva y enderezo mi postura.
—Te estoy poniendo atención —miento.
Su rostro se arruga en un mohín.
—No, no me estas poniendo atención —me reprocha.
Suelto todo el aire al dejar caer mis hombros.
—No te estoy poniendo atención.
Ethan y yo quedamos en estudiar matemáticas después de clase, me ha ido pésimo en los últimos parciales y ya que él entiende mucho mejor los números le pedí que me ayudará con algunos ejercicios. Ahora considero que fue una mala idea, mi mente no puede concentrarse en todas esas fórmulas cuando en realidad estoy pensado en la probabilidad de que Hades ande por algún lugar del mundo, con sus ojos azules dispuestos a conquistar al mundo, con su sonrisa capaz de curar cualquier herida y esos hoyuelos marcándose en sus mejillas.
En los labios de Ethan se traza una sonrisa cargada de victoria al escuchar que he admitido lo que él ya sabía. Cierra el cuaderno que descansa en la mesa que tenemos delante para luego poner toda su atención en mí.
—¿Qué pasa?
Humedezco mis labios y rasco un costado de mi sien.
—Estoy pensando en otras cosas.
—¿En que cosas? —se interesa.
No puedo contarle lo que en realidad estoy pensando, eso sería imprudente de mi parte.
—En...mi mamá.
Una risa burlona brota desde su garganta.
—No me jodas, Char. —Pasa su brazo por encima de mis hombros y me atrae a su cuerpo, hasta que nuestras cabezas chocan—. Estela es la persona en la que menos estás pensando.
