Me acerqué al lugar en donde había dejado mis cosas y las tomé. Busqué a Sinu con la mirada y despacio me acerqué a ella.-Sinu, necesito hablar contigo -le dije. Ella me miró.
-Luego continuamos, muchachas -les dijo a las modelos que me echaron una mirada larga, como si yo fuera algo de comida. Aunque si lo soy, en este momento me siento como un yogurt vencido - ¿Qué sucede, pequeña?
-Sinu, renuncio -solté lo que tenía pensado sin ninguna traba. Sus ojos se abrieron bien.
-¿Qué? Pero, ¿Por qué? ¡No puedes renunciar! ¡Acabas de empezar y además eres la mejor asistente que he tenido en años, Lauren! -me dijo
-Lo sé, lo sé, no hay nadie como yo. Pero es lo mejor para mí, antes de que tu hija me vuelva completamente loca.
-¿Quieres que la rete un poco? -preguntó.
-No, no. Eso no cambiaría mi problema -dije. Me acerqué a ella y besé su mejilla -Eres la mejor jefa que un chica como yo podía tener...
Sus ojos se humedecieron y me miró con tristeza.
-Y tú eres la mejor asistente del mundo -me dijo y acaricio mi mejilla maternalmente.
¿Hace cuánto que no recibo una caricia así? Tal vez de mi nana, pero no se siente parecido a la caricia de una madre. Eso debe sentir Camila cada vez que su madre la acaricia o la mima.
-Adiós Sinu -dije por lo bajo.
-Toma - se alejó para ir a su escritorio de donde sacó un sobre sellado. No tenía que decirme para saber lo que era -Esto es tu sueldo del mes...
-No, no lo quiero...
- ¿Cómo que no, Lauren? Por favor, déjame pagarte...
-No podría cobrarle al mejor trabajo de mi vida.
-Por favor, por lo menos dame ese gusto. Ya que no te quedas, déjame pagarte el mes.
-Pero aún no termina el mes...
-Tómalo, y no acepto un no -sentenció. Suspiré y tomé el sobre. Ella se acercó a mí y me abrazó -¿Vendrás a visitarme?
-Cada vez que pueda -le dije.
Se alejó y sonrió.
-Ya puedes irte.
Sonreí y me di vuelta para irme a quien sabe dónde a despejar un poco mi cabeza y mis problema. Mejor dicho mi problema el cual tiene nombre y apellido.
Salí de las oficinas y comencé andar sin rumbo alguno. Hasta que sin darme cuenta estacioné frente al Red Devil.
La última vez que vine aquí fue cuando Camila se creía en una escena de Step Up. Me bajé de la motocicleta y caminando despacio, entré.
Para la temprana hora que era, el lugar ya estaba infestado. Este era un lugar perfecto para desahogar culpas, dolores y problemas. Y no había nadie mejor que Susan para hablarlo. Ella no ponía un límite para tomar. Ella te dejaba tomar hasta que se te diera la gana, y por ese motivo era el bar más visitado de todos. Sonando los huesos de mis manos me senté en la barra. Susan me miró algo sorprendida.
-Vaya, vaya -dijo y sonrió -Hace bastante que no te veía por estos lados, Lauren ¿Qué te ha pasado?
-Sírveme un trago de vodka, por favor -le dije. Ella asintió.
Puso el vaso frente a mí y lo llenó hasta el tope. Mi celular comenzó a sonar. Busqué en mi bolsillo y miré para encontrarme un número conocido y el nombre Camila sobre él.
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My Little Obsession // Camren
FanfictionAunque es un desastre, Lauren Jauregui tiene todo lo que a los 19 años se puede desear Su vida es aparentemente perfecta, y siempre consigue lo que quiere a toda costa. Hasta que la conoce a ella. Tan difícil. Tan hermosa. Tan decidida a no dejarse...