Capítulo 55.

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Ella dejó de caminar y entonces me giré a verla. A leguas se notaba que estaba realmente nerviosa por todo este motivo.

- ¿Qué pasa mi amor? -le pregunté.

-Creo... creo que no es buena idea, Lauren. Mejor llamo a mi madre y le digo que no venga. O quizás llame a papá y le diga a él que no venga -dijo y tomó su celular.

-Oye, oye -la detuve y le quité el aparato -Todo va a estar bien. Ellos dos son personas grandes, van a comportarse.

Ella asintió y besé su frente. Volvimos a caminar y entramos al lujoso hotel para dirigirnos a la parte cómoda del restaurante. Un hombre calvo y de baja estatura se acercó a nosotras.

-Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlas? -nos preguntó.

-Buenas tardes -lo saludó Camz -Tenemos una reservación a nombre de Camila Cabello.

El hombre miró la agenda que tenía en su mano y asintió.

-Si señorita, la mesa ya esta lista. Por aquí.

Comenzó a caminar y lo seguimos. Nos dio el paso para sentarnos en una adornada mesa con cuatro platos. Le corrí la silla a mi novia y ella se sentó. El mozo se alejó inclinando levemente la cabeza. Vi como Camila miraba a su alrededor...

-Amor, tranquila -le dije. Me miró a los ojos.

-Cuando mis padres lleguen se va a desatar la tercera guerra mundial -aseguró.

-Quien sabe -dije y acaricie su mejilla -Quizás sea hora de que aparezca la ONU.

- ¡No saben lo contenta que me puse cuando supe que íbamos a almorzar las tres juntas! -escuchamos su aguda voz. Ambas nos giramos a verla. Me puse de pie y ella se acercó a abrazarme -Eres una desconsiderada. No fuiste a visitarme como lo prometiste.

-Lo siento -le dije y me alejé de ella -Pero las cosas no estaban bien en esos tiempos.

Ella miró a Camila y luego volvió a mirarme.

- ¿Acaso ella te prohibió que me vieras? -me preguntó.

-No, no -dije divertida. Camila se puso de pie.

- ¿Puedes hacerme el favor de saludar a tu hija como corresponde? -le dijo. Sinu sonrió y se acercó a ella para abrazarla y besar su rostro.

-Eres tan celosa -aseguró alejándose de ella.

-No son celos -cuestionó ella -Solo me molesta que siempre estés a favor de los demás. De cualquier extraño, menos de mí.

-Eso no es verdad -le dijo su madre mientras se sacaba el abrigo y todas tomábamos asiento.

Sinu miró bien la mesa y frunció el ceño -: ¿Por qué hay cuatro platos? Somos solo tres personas.

-Mmm, lo que pasa es que...

-Se confundieron -interrumpí a Camila, que soltó un leve suspiro.

-Voy a pedir que lo quiten -dijo Sinu y se puso de pie.

- ¡No! -dijo Camila elevando un poco más la voz. Sinu la miró extrañada -No, no digas nada. La mesa se ve bien así... con cuatro platos.

Sinu volvió a sentarse y pícaramente miró nuestra cercanía.

- ¿Hay algo que deban decirme? -nos preguntó. Miré a Camz y sonreí.

-Sin, luego de hacerme sufrir como una idiota y casi enloquecerme por completo, tu hija ha aceptado que me ama -le conté. Su boca se abrió del asombro y miró a Camila con los ojos bien abiertos.

My Little Obsession // CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora