-Imagino que tienes una buena razón para despertarme tan temprano -dije adormilada y enojada por el sueño robado por mi amiga.- ¡Sí que la tengo! ¡Es martes y tienes que llegar a todas las clases! -respondió Nat recordándome mis deberes.
- ¡Ya estaba despierta! -mentí.
-Sí, lo que tú digas Lauren-dijo Nat. La escuché subirse a su auto -Recuerda que tenemos clase con la señorita Dawson, así que saca tu trasero de la cama y muévete. Tienes exactamente veinte minutos. Pasaré por tu casa, más vale que te vea sobre ese triciclo que llamas moto, con unas enormes gafas negras y un cabello decente para que tapes la resaca que debes tener y dirigiéndote hacia la institución a la que tú, con tanto cariño, llamas el purgatorio en la tierra.
-Prácticamente ya estoy en la moto -respondí huraña.
-Por lo menos péinate y arréglate un poco -me dijo como si fuera una niña. Sonreí por lo bajo.
-Me urge acostumbrarme a estas horas de entrada -respondí mientras sacaba ropa del armario y entraba al baño. -Por cierto, Nat.
- ¿Si?
-Gracias -dije.
-No es nada, tonta -respondió.
Corte el teléfono y terminé de vestirme, una cola alta y maquillaje suave serían suficientes para disimular mi cara de miserable insomne. Salí del baño y entré en la cocina para tomarme rápidamente un café. Reí por lo bajo al pensar que Nat ahora debía estar intentando despertar a Vero. Terminé el café y tomé mis cosas. Salí de la casa y me acerqué a la motocicleta. Pronto estuve estacionándome en la universidad.
-Nat, ¿Acaso nunca te cansas de ser tan responsable? -preguntó Vero recargándose en el auto de la chica en el lugar habitual donde nos reuníamos antes de entrar a clases, con una nota de admiración hacia su amiga.
De alguna forma había logrado que se levantara de la cama para llegar temprano y además había llegado a una cafetería y había traído cafés para las tres. La aludida solo se encogió de hombros.-Solamente trato de asegurarme de que mis futuras socias no sean unas completas y verdaderas inútiles -dijo quitándole importancia y mirando distraídamente hacia otro lado para evitar las miradas de gratitud de nosotras.
-De todos modos un día de estos te lo retribuiremos -dije mientras sorbía un poco de café y miraba hacia otro lugar al igual que Nat en un intento por que la situación no se volviese más sentimental de lo que ya estaba.
- ¡Eso es un hecho! -afirmó Vero mientras le daba un pequeño abrazo afectuoso a Nat.
Ciertamente Vero era la más afectuosa de las tres, Nat la responsable... y eso me deja a mí el lugar de.... Oh, oveja negra una vez más. Esa conclusión me hizo sonreír.
- ¿Ves? ¡Hasta Lauren está sonriendo! Somos tan afortunadas al tenerte, Álvarez -dijo y le dio otro pequeño abrazo, esta vez uno más fuerte provocando que Nat derramara un poco de su café.
- ¡Genial! ¡Está hirviendo, Vero! -dijo cambiando el vaso de mano y secándose la otra en el vaquero de Vero.
-Lo siento -dijo resignada a que valía más dejar que se secara en ella. -Mira quien viene ahí -dijo Vero mientras prendía un cigarrillo y hacia que yo sostuviera su café. - ¿No fumas hoy? -me preguntó sorprendida.
-Esta mañana me es más urgente tomarme este café para despabilarme un poco -dije.
En ese momento el auto que había llamado mi atención estacionó al lado de mi motocicleta, justo enfrente de donde estábamos nosotras. De ahí se bajó primero Grande, la cual fue al otro lado del auto y le abrió la puerta a...Camila. Esta bajó con cuidado y tomando su bolso, le entregó una amable sonrisa a su compañera y se dispuso a caminar dentro de la Universidad.

ESTÁS LEYENDO
My Little Obsession // Camren
FanfictionAunque es un desastre, Lauren Jauregui tiene todo lo que a los 19 años se puede desear Su vida es aparentemente perfecta, y siempre consigue lo que quiere a toda costa. Hasta que la conoce a ella. Tan difícil. Tan hermosa. Tan decidida a no dejarse...