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Lo primero que pensó Mikasa fue un "¿no se supone que Pieck está de viaje?"

Pero no está equivocada, su hermana está ahí de pie a un metro de ellos. Está sorprendida, su cara lo denota.
Puede ver a su madre asomada por detrás. Eren retira la mano de su mejilla pero la otra la deja donde esta, soltando ligeramente su agarre.

—Mikasa —dice Akiho—. Que bueno que ya llegaste —después dio unos pasos hacia adelante para hablarle a Eren—. Gracias señor Jaeger por traerla a casa.

—Fue un placer —él respondió de inmediato.

—Pieck ha regresado antes, Colt tiene asuntos de trabajos que resolver —explicó Akiho.

Mikasa se siente extraña al respecto, pensó que no vería a Pieck hasta que ella ya fuera una Jaeger.
La mirada de Pieck se centra en las manos de ellos, claramente se pregunta qué pasa y antes de que cualquiera pueda responder Akiho se toma la libertad de hablar de nuevo.

—No te he dado las buenas noticias, tu hermana se va a casar con el señor Jaeger —suena emocionada—. La boda será el sábado.

—¿E-este sábado? —es lo único que pregunta Pieck, parece un poco aturdida por la noticia.

—Si —habló Eren mientras unía sus dedos con los de Mikasa reforzando su agarre—. Nos casaremos este sábado.

Él buscó su mirada y Mikasa sintió sus mejillas arder, estaba levemente avergonzada y no sabía porque, no pudo mantener el contacto. Miró al suelo y luego a su madre y hermana para mostrar una sonrisa o el intento de una más bien.

—Vaya, estoy sorprendida —dijo Pieck—. Yo, uhm, felicidades. Será la boda de mi hermana y ¿no pensaban avisarme?

—De hecho, yo me encargué de las invitaciones —su madre tomó la palabra de nuevo—. Como comprenderás estabas lejos, te envié una carta y la invitación pero supongo que apenas iban a llegar.

—Vaya —repitió Pieck, su vista regresa a las manos entrelazadas de ellos—. Yo... estoy feliz por ustedes, creo que podrían llevarse bien —no está muy convencida de sus palabras.

Puede ser por lo mismo de que sigue impresionada con la noticia.

—Lo hacemos —respondió Eren.

Pieck asiente, parece que no cree lo que acaba de escuchar.

—Bueno, Mikasa tendrá que contarme todos los detalles —su hermana sonrió—. Madre, debes estar contenta, tus dos hijas por fin unidas en matrimonio.

Y Akiho estaba orgullosa, su mirada lo expresa.

—Tengo que retirarme —anunció Eren y luego se dirigió a Mikasa—. Vendré a visitarla pronto.

Ella solo asintió, no sabía qué más decir la situación la abrumó un poco.
Eren se despidió de su madre y hermana y cuando regresó de nuevo a ella le dio un beso en la mano. Pudo sentir la mirada de ambas.

Lo vio marcharse, no quiso despegar su vista de él porque eso significaba enfrentar a Akiho y Pieck y sinceramente no tenía muchos ánimos para hacerlo.

—Yo también me retiro, nos vemos pronto —Pieck bajo las escaleras—. Quizás también venga a visitarlas mañana por la tarde, ojalá Colt pueda acompañarme —esto último lo dice viendo a Mikasa.

Ella solo asiente de nuevo y le sonríe para murmurar un "adiós". No espera a que su hermana se haya ido y la mejor forma de evitar las preguntas de su madre es yendo directo a su habitación en ese mismo instante. Eso es lo que hizo.

-

Justo como Eren le dijo, viene a verla pronto. Al día siguiente antes del almuerzo. Su madre los empuja a tomar unos bocadillos en el jardín, manda a la servidumbre a alistar todo para ellos y en menos de quince minutos todo está en su lugar.
Están sentados uno frente al otro en la pequeña mesa. Pero la idea no les parece, así que toman una manta y la extienden sobre el pasto para tener otro picnic.

Este es el porque no podemos tener cosas lindasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora