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Solo fue un minuto en el que la habitación quedó en silencio. No hizo falta mencionar la larga espera que fue para Mikasa. Sentía en que en cualquier momento se levantaría de la cama y saldría corriendo para no regresar, lo cual, era tonto. No podía irse solo con su camisón de dormir, sin zapatos y sin nada de dinero.

—Si me vi con Pieck un día antes de la boda —admitió Eren.

Ya estaba enterada, claro, pero le puso triste escucharlo de la boca de él.

—No te lo dije antes, ni el otro día que me preguntaste porque sentí que esto era algo mío. Ibas a ser mi esposa y te debía respeto, y eso hice. Me mantuve firme a mi postura frente a Pieck, no te lo conté porque creo que era el cierre que buscaba, un asunto que terminar entre ella y yo. Un capítulo final si así se comprende mejor.

Eren se vio honesto en sus gestos, jamás dejó de mirarla a los ojos y tampoco titubeó, no mentía. En parte, Mikasa entendió el porqué calló, incluso ella se ha guardado cosas para sí misma, la única diferencia es que esas cosas no tienen nada que ver con terceras personas.

—Debí contártelo, lo sé, sobre todo por la historia que hubo entre nosotros pero esto fue personal.

—¿De qué hablaron? —preguntó Mikasa.

—Casi de lo mismo que te conté hace días. Pieck dijo que era un error casarnos, que lo hice por despecho y que nunca encontraría la felicidad contigo por aún quererla a ella.

En ese momento, Mikasa debió evitar los rodeos y preguntarle si es que aún la ama o si sentía lo más mínimo por ella, pero decidió dejar eso para el final.

—Por supuesto, le dije que no era asunto suyo, que me dejara vivir en paz pero Pieck siguió insistiendo hasta que le tuve que pedir que se retirara de la casa —explicó él.

Mikasa desvió su vista.
Solo quería una vida tranquila ¿es tan difícil tener una sin dramas?

—¿La besaste o hiciste algo con ella? Pieck mencionó que su encuentro fue 'lo suficiente para estar en tu mente' mientras estás conmigo.

Eren estaba sorprendido, quizá fue por la crudeza en sus palabras. Una mujer no debía hablar así, pero Mikasa necesitaba saber. Esto estuvo en su mente cuando le pidió a Eren un tiempo para consumar su matrimonio, y ahora aquel pensamiento regresó con tanta intensidad. No lo soportaría, saber que mientras compartían algo tan íntimo, él estaba pensando en su hermana.

—No —dijo Eren—. Por supuesto que no.

Él cerró lo ojos, pensando seriamente en si contarle lo siguiente.

—Pieck trató de hacerlo, besarme, pero la detuve porque como te he dicho antes, iba y voy a respetar este matrimonio —tomó una respiración profunda antes de continuar y no despegar su vista de ella—. Nunca ha estado en mi mente cuando estamos en la cama o en cualquier otro lado. He estado verdaderamente contigo, solo contigo cuando estamos juntos.

—No quería dudar —dijo Mikasa—. Pero Pieck habló con tanta seguridad en sus palabras y luego me ocultaste cosas, dos, tres veces ¿qué podía pensar?

—Debiste preguntarme como ahora, ser directa y no imaginar cosas que no son. Se que tengo la culpa. Yo...

—Pero tú debiste decirme cuando Pieck te mandó esa nota en donde te pedía verte —le interrumpió ella—. Saliste ese mismo día.

—No quiero que desconfíes de mi.

—Entonces mira lo qué haces, tus acciones ¿qué...?

Ahora fue el turno de Eren de interrumpir.

Este es el porque no podemos tener cosas lindasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora