Capítulo 1

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Me subo el corset un poco, pues se había estado bajando a todo momento, mis tetas casi se salen de su cárcel de telas blancas y lazos de seda.

Mi pequeña falda esta toda sucia, odio cuando pasa eso, siempre tengo que llegar a limpiar bien mi ropa, no es que sea millonaria como para desechar mis miserias, así como si nada.

De mis pechos saco un pequeño espejo y me arreglo la maraña de pelo rubio, también aplico un poco de brillo en mis labios para llegar presentable al instituto.

Guardo mi pincel dejándolo encarcelado entre mis bragas y mi muslo, me gusta sentir el rose de mi piel con la punta de mi instrumento. Ya que es lo único que vengo sintiendo últimamente...
(después hablamos de mi vida sexual)

Miro a la persona que está botada en mis pies, y procedo a retirarme como si nada pasara, aquí está muy oscuro y me da miedo.

Eres una cagona.

-Irisi ini cigini, cállate grandísima perra. -

No sé tú, pero yo aun no aprendo a convivir con mi subconsciente.

Subo al carro que me designo mi escuela mientras tarareo la canción que suena en la radio, como cualquier noche normal, veo todos los edificios a mi alrededor, y en el transcurso de cuarenta
minutos me veo obligada a bajar del vehículo.

Lo primero que veo al descender es a él, mi profesor de toda la vida, que espera por mi informe nocturno desde que tengo memoria, siempre parado en la entrada a las nueve de la noche.

-¿Cómo te fue? - pregunta.

-Bien, siempre me va bien, yo soy una de tus mejores alumnas Michael. - digo con mis aires egocéntricos limpiando mi hombro de pelusas imaginarias.

Saca su lista, la cual según lo que se ponga en ella decidirá mi nota de hoy.

-Habla. - dice con su típico tono mandón.

-Le saque los ojos, corte su lengua, extraje su riñón...- pienso un poco antes de hablar pues podría cagarla - y solo eso. -

- ¿Segura? - mira a mis ojos fijamente.

-Sí, aprendí la lección, nada de sacar órganos para mi colección. - repito sus palabras antes de darme el peor castigo de mi vida.

-Muy bien señorita, ahora ve a tu habitación, no te quiero rondando por los pasillos en la noche. -

-Con su permiso, señor. -

Me marcho victoriosa, pues tengo otro corazón para mi vitrina.

Mientras no me ve, le saco el dedo del medio, deseando que se lo entierre un ratito en el culo, a ver si se le pasa esa cara de que se comió un yogurt vencido.

Hace poco me tiene bajo retención por dos cosas, la primera fue que se dieron cuenta que robaba corazones para tenerlos en una vitrina, y la segunda fue porque me encontraron apuñalando a mi
compañera de cuarto, y en mi defensa, nadie la mando a roncar tan fuerte.

Ahora solo tengo permitido cazar a una persona diariamente y robar órganos para que se vedan en el mercado negro, pero de ello se encargan mis superiores.

Y ahora solo me dejan jugar una vez al día, aunque me pongan animales para que no me aburra, no me gusta, los animales no se deberían matar para reemplazar la carne humana.

Abro la puerta y me adentro a mi espacio personal, es hermoso, lo decore hace poco y me encanta la remodelación, el rosado siempre ha sido mi color favorito.

Caray Isabella, que buen gusto tenemos...

¡Lo sé!

Me lavo las manos para sacar la sangre que tengo entre las uñas, y hago lo mismo con mi rostro, pues el exceso de maquillaje ya no es necesario aquí adentro.

Voy hacia mi gran tocador blanco y saco estos malditos lentes de contactos marrón, la peluca amarilla que tapaba mi verdadero cabello y dejo que la falsa piel blanca se sustituya por la verdadera.

Miro mi reflejo y me noto estresada, en serio se pasaron mucho con mi castigo, mi compañera de cuarto siempre cantaba canciones horrendas y es en serio cuando digo que no me dejaba dormir bien.

Yo intente hablar con ella, pero me dijo "Es que no puedo controlarme estando dormida", excusa de mierda que da.

Desde que tengo diez me permiten marcar a las personas que yo quiera, por mi buen comportamiento y atribución al instituto.

Pero jamás había bajado, era normal que subiera, pero descender era casi imposible, de cuarenta, pase a solo un humano, ¡UNO!

Sin embargo, en una semana más tendré nuevamente mi libertad, ya podre batir mi record y demostrarle al mundo quien soy, a quien temerle, con quien no jugar.

Voy hacia mi cama y me arrodillo para memorar a mi madre antes de dormir, ya que eso mejorara de sobremanera mi estado de fatiga.

-Madre nuestra que estas en el templo, venerado sea tu nombre, venga a nosotros tu maldad, y hágase así su voluntad, denos hoy de tu bebida, sangre derramada de sus vigilias, permítenos tu
sabiduría, y ayúdame cada día, pues la bondad es mi peor enemiga, y mi cárcel la nueva vida, no nos dejes caer en docilidad y líbrame del bien, amén. -

Me voy hacia mi sesto de ropa sucia y dejo mis prendas en la misma, quedando con solo mis bragas, obviamente del color de mis ojos, pues le queda perfecto a mi tono de piel.

Me arropo en mi camita, y antes de quedarme profundamente dormida, miro la luna, la cual me recuerda lo sola que estoy, y lo bien que se siente.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

Bueeeno gente, primer capítulo donde podemos conocer a nuestra personaje principal en todo su resplandor.

Espero les guste esta nueva historia y que puedan hacerme saber sus opiniones de una buena manera obviamente.

¿Quieren conocer a cómo me imagino a Isabella? Comenten este texto y de ser así les estaré poniendo una imagen de la italiana.

Les agradecería si ⭐Votaran⭐ y 💬Comentaran 💬 estos capítulos para hacerme saber que les gusta mi contenido!

Las quiere y agradece mucho, Alicia ❤️

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